Ponerse en Movimiento

(...) Y cada noche, bailaba. Bajaba las persianas metálicas siempre polvorientas, encendía unas cuantas velas, me quitaba los zapatos, subía la música y me movía. No siempre era un baile feliz. A veces, ponía los primeros discos de Ani DiFranco y pensaba en Bruce bien a mi pesar, mientras Ani vociferaba «Nunca fuiste muy amable, y siempre me dejabas tirada...». Pero intentaba ser feliz cuando bailaba, por el bien del niño, no de mí (...).God in Bed - Jennifer Weiner

Facts:

Me encanta caminar. Más si es de noche y si puedo oír música.

Anoche me sentía muy deprimida. Líos en el trabajo y en mi noviazgo me bajonearon. En este momento solo puedo  manejar una tristeza a la vez.

Lo último que deseo cuando estoy triste, es moverme. De hecho, lo que realmente deseaba anoche era subirme a algún bus, no importaba a donde me llevara y enrollarme en un asiento para deprimirme a gusto.

De hecho era eso lo que iba a hacer, pero...

***

Una persona querida me sugirió hace ya un tiempo que saliera a caminar, ya fuera en la mañana o un ratito al salir de la oficina.

Y como quiero complacerle, pues me dije a mi misma, "Mí misma, qué carajos, hágale". Y empecé, todas las mañanas, en vez de pararme en la esquina de siempre a rabiar porque el transporte no me recoge, a caminar de una hasta la avenida. Más de 10 cuadras.

La primera sorpresa, es que me tardo, poco más o menos, lo mismo que demoraba esperando el transporte, con la ventaja de que me ahorro la rabieta mañanera. Y la verdad, me gusta ver amanecer, oír música y verificar mi postura corporal. Y cantar. Y pensar.

Por las noches suelo salir muy cansada de la oficina y aunque el bus pasa cerca, muchas veces camino más allá de lo necesario. Camino hasta un sitio donde ya podría ser peligroso seguir sola. Creo que si no fuera por eso caminaría aun más, como Forrest Gump, sin necesidad de un motivo en especial.

***

Conclusion: 

Como Cannie Shapiro (quien es la voz del párrafo con que inicio este post), decidí que tenía que moverme, aunque no quisiera. Así tuviera que obligarme. 
Y eso hice.
Enderecé la espalda, eché los hombros hacia atrás, busqué qué canción seguía en el reproductor (tenía que asegurarme de que era feliz, o si no, me acabo de hundir) y empecé a caminar. 
Fuí a una zona comercial y compré unas botellas para algunos regalos que deseo hacer, miré materiales para hacer collares y accesorios (que es una de mis actividades desestresantes), vi cosas ricas de comer (que no comí, por no comer sola) y cuando me consideré lo bastante agotada, me subí al bus.
Dormí muy profundamente y sin sueños tristes.
Esta mañana me sentía mucho mejor y puede que la caminata mañanera me haya terminado de estabilizar, pero... henos aquí.
A veces tienes que obligarte a moverte, aunque no quieras.
Muévete en dirección a esa persona, a ese trabajo, en pos de ese sueño...
Si las cosas no se logran, al menos no podrán decir que te quedaste estancada.
Corre, camina, baila.
Y en mi caso, escribe.

"I Ran" - A flock of a seeagulls

Algo de buena música para moverse...