Solos y Juntos

Este post es una pura queja.

una cama wapa y romántica donde las haya

A veces uno quiere estar a solas con alguien. 

Y no, pese a la imagen que elegí -la foto es mía y la cama es preciosa- no es para tener sexo.

El cumpleaños de alguien muy querido está cerca y tenía un plan super-extravagante para celebrarlo, que incluía una caja de discreto color dorado con su respectivo lazo rojo brillante llena de lo que suelo llamar "relleno de piñata" (o sea muchas cosas varias de tamaño pequeño, procedencia diversa y utilidad indeterminada) y el firme deseo de hacerle llorar de felicidad... cosa que no estoy dispuesta a hacer en un fucking restaurante delante de todo el mundo.

Cuando eres un idiota que no se ha independizado de los papás, no tienes tu propio espacio... Qué complicado es tener un ratito de intimidad con alguien querido!

"El ángel sin cabeza"de Vicky Baum

Por ejemplo, que yo sepa, ya no hay restaurantes con reservados. Y si celebras el cumpleaños de alguien, hasta los meseros te cantan el happy birthday.

Y si tienes pareja, pero vas a celebrarle a un amigo -O una amiga!- entrar a un motel es lo más complicado del planeta, nadie va a creer que vas a esa clase de sitios solo para relajarte un rato, para no sentir la mirada de los demás sobre tu vida.

Le comentaba esta dificultad -estar a solas con una persona- a una amiga y me dice "pues entren a una residencia, total allá nadie los conoce" y le dije "Soy tan salada que me encuentra el carrito del Street View"

y además en este país -y creo que en ninguno fuera de japón- hay Love Hotels donde se encuentren video consolas, disfraces y otras amenidades que vayan mucho más allá del sexo. Por ejemplo, en la gran mayoría de hoteles -y hablo de hoteles serios, no de hostales o moteles- no hay siquiera una mesa donde sentarse a cenar algo con otra persona.

Con mi mejor amigo, el fiel Neo, siempre quisimos meternos a una residencia con la firme intención de remojarnos juntos en el jacuzzi durante las tres horas del servicio. Hablamos mucho de nuestros trajes de baño -porque el sexo estaba totalmente descartado- y hasta de la posibilidad de llevar algo de beber al lugar en cuestión. Pero el escándalo con las respectivas parejas si lo hubiéramos hecho habría sido mayúsculo. Con el tiempo dejamos correr esa idea.

La misma amiga que me sugería el motel me reprochaba mi deseo de intimidad "A usted no le gusta compartir nada, en especial de su relación: no cuenta sobre ella, ni bueno ni malo y detesta que los demás miren y hablen. Entiendo que no quiera celebrar en público. Pero así es la vida"

Los hoteles son un engorro, porque además de tener horas de entrada inconvenientes -casi siempre tarde... tarde en la tarde- implica por tanto, pagar un día más solo para poder celebrar o preparar la celebración desde temprano.... y para mi, muy grave, no tienen cocina. Y cocinar para otro es muy lindo.

Renunciaré pues a mis exagerados planes de celebración, seré un poco más prosaica y aburrida y realista... Haré cosas útiles y sensatas, que puedan pasar más desapercibidas sentados en un cafe, pub o restaurante... Y solo cruzaré los dedos para que le guste, Para que le haga feliz.