Regreso

Vuelvo a poner tus entradas en este blog, maldito, porque como sea, eres la fuente de mis mejores, escritos.
Debería odiarte, (por el motivo por el que saqué tus entradas de aquí) pero ni modos.

El extraño parte...

Encontré una foto de un personaje de farándula nacional... Y descubrí que es malditamente idéntico a mi extraño (Aunque mi extraño es mucho mas alto)... Si les interesa, helo aquí:

Interestellar

Creo que en un post anterior mencionaba que no suelo ver películas de estreno. Odio los cinemas llenos  y la euforia de creerse muy novedoso por ver una película recién sacada.
Pero bueno.
Este fin de semana lluvioso y aburrido me encontró una mañana (a la salida de una reunión de trabajo) cerca de un cine donde voy con relativa frecuencia y convencida por mi pareja (hay que darles gusto de tanto en tanto...) entré a ver la última película de Christopher Nolan: Interstellar.
Nolan es uno de esos directores amados por unos y detestado por otros y conocido por algunas obras maestras como su trilogía Batman y Memento.
Éste es su trailer número 3 (y a mi juicio el mejor que sacaron):
Una de las cosas recurrentes en esa película es el poema de Dylan Thomas que me llamó mucho la atención, pues es también resaltado en la película "Dangerous Minds" una de mis favoritas:
No entres dócil en esa buena noche,
la vejez debería arder y enfurecerse al concluir el día;
enfurecerse, enfurecerse contra la muerte de la luz. 
Aunque al llegar su fin los sabios sepan que la oscuridad es justa,
ya que sus palabras no desviaron el relámpago
no entran dóciles en esa buena noche. 
Los hombres buenos, por ser los últimos, al lamentar lo mucho
que podrían haber brillado sus obras frágiles
se enfurecen, se enfurecen contra la muerte de la luz. 
Los hombres salvajes, que capturaron al sol al vuelo y lo cantaron
y que aprenden, tarde, que entristecieron su camino
no entran dóciles en esa buena noche. 
Los hombres graves, moribundos, que ven con ojos cegados
que los ojos ciegos podrían arder como meteoros y ser dichosos,
se enfurecen, se enfurecen contra la muerte de la luz. 
Y tú, padre mío, desde tu altura triste,
maldice, bendíceme ahora con tus lágrimas feroces, te lo pido. 
No entres dócil en esa buena noche.
Enfurécete, enfurécete contra la muerte de la luz.
La historia es una épica espacial que, cómo no, resalta las virtudes de los seres humanos que no se rinden y buscan ir más allá, conquistar espacios nuevos y salvar al mundo. A su pequeño mundo particular y quizás, solo quizás, al resto.
Hay ciencia ficción dura (apoyada por una sólida asesoría científica de Kip Thorne) referenccias a "2001 odisea del espacio" y a uno de mis libros favoritos "Mundos" de Joe Haldeman (no sé si esta última referencia es intencional, pero voila, ahí está).
Otra cosa que me llamó la atención de esta película es que resalta el amor, pero no el amor entre hombre  mujer, sino entre miembros de de la familia (propia o adoptada) como se ve recurrentemente en películas recientes como "Frozen" y "Maléfica".
Aunque es una buena película, para mi lo mejor es la música. Es esa música épica en que es especialista Hans Zimmer, que ha realizado la música de películas como "12 years a slave" y "El Rey León" (para comparar dos películas muy disimiles).
Podemos oirla toda en este enlace
Su fallo es sin duda, su duración (169 minutos) que pueden hacerse muy largos, porque pues bueno, hay secuencias en que lo único que se ve es fría nieve o solitario espacio (y que habrían podido ser más cortas).
Sin embargo, la recomiendo y mucho y mejor aun en Imax y 3D para que se disfrute toda la experiencia espacial y musical que brinda esta película.
Y si mi crítica no les parece suficiente, creánle a Neil deGrase Tyson, el adorable presentador de Cosmos.
Para finalizar, un par de afiches de la película:
(Si hacen clic los podrán ver en tamaño muy, muy grande).
Update: Se debate si esta película pasa o no el test de Bechdel... Juzguen ustedes, pero para mi, en una película donde dos de los personajes más importantes son mujeres, pero no crucen palabra en pantalla me hace decir que no.

Imposibles

Siempre pensé que yo debí ser tu Ellie (Y por supuesto, tú, mi Carl) pero nunca quisiste... (Incluso nuestros nombres son parecidos)