Intereses Equilibrados

Escribo este post para contestar este (y de paso les recomiendo el blog) porque la respuesta se me iba yendo como larga.
La postura de la autora sobre el "con quien (y con cuánto) anda uno" me parece de puro sentido común.
Talvez yo nunca lo habría puesto en tales palabras, quizás porque nunca me senté a meditarlo a fondo. Eso pasa cuando tienes un noviazgo largo, que "sales del mercado" y como que ya no caes en cuenta de ciertas cosas que antes si.
Como regreso al "mercado del usado" pues ese post me puso a pensar.
La postura de la autora es de lo más inteligente (así salten mil tipos a decirnos "perras interesadas" -paréntesis: una vez un tipo me preguntó "Y estás conmigo por interés " le contesté "Sí" cuando frunció el ceño le dije "lo que pasa es que lo que más me interesa de ti eres tu". Ahí ya no supo que decir, pero era cierto. En cierto modo lo sigue siendo-) porque si uno tiene algo que ofrecer, lo menos que espera es una retribución similar, y no es que uno sea interesado, es simple justicia. 
Lo malo de los tipos que nunca tienen un peso es que no lo tienen porque, como dice James D. Manson (es el primer comentario del post) "Quien trabaja juicioso se proyecta para tener más ingresos. Eso obliga a la gente a estudiar, a prepararse, a ser competitiva laboralmente hablando.Y gente así es la que no anda sin un peso siempre", es decir, los que no se proyectan para hacer y para ser algo en el futuro, solo para tener. Y el cómo es lo de menos.
Si, claro que hay perras cruzadas con sanguijuelas (también varones, que los mantenidos no son un fenómeno reciente), pero el esperar ciertas cosas a nivel económico de tu pareja no te convierte automáticamente en una chupa sangre desalmada. Porque esperar eso de ustedes no significa que los estemos cogiendo de marranos.
Yo por ejemplo nunca pondría a un tipo en el plan de endeudarse o aplazar un semestre universitario por llevarme de vacaciones... Y he visto los dos casos en personas cercanas, pero lo menos que se desea de un compañero de vida es que se desenvuelva con cierta soltura económica. No que nos llenen una piscina con dinero, pero al menos que inviten a comer en día de pago.
Una mujer como yo, con una crianza atípica, está incluso muy dispuesta a gastarle a un man (no dejo que se les vaya la mano gastándome porque así sienten que poseen derechos sobre mí y no es cierto, aun en el caso de que mucho los ame) pero se puede llegar a hartar con un "bolsillipelado", porque no hay cuerpo que aguante tanto, porque en las relaciones igualitarias ambos deberían poner, o al menos eso pienso yo.
Ítem más: Una (y "uno" imagino que los hombres también) valora la posesión de dinero por motivos adicionales a su valor intrínseco, el primero de los cuales es el tiempo.
El dinero cuesta ganarselo, y para eso hay que invertirle tiempo y esfuerzo... A veces mucho: cuando un hombre te regala un ramo de flores, te está dando el X tiempo y esfuerzo que les costó conseguir ese valor. Cuando yo me meto a la cocina a prepararle golosinas a mi pareja le estoy regalando el tiempo que podría invertir en hacer freelance y ganar para comprarme un anillo de diamante. O al menos una malteada.
Otro indicador que se mide con el dinero son los planes de vida. A mi no me serviría que un tipo me llevara una vez al mes al más costoso restaurante si los otros 29 días me va a tocar darle hasta lo de los buses: eso me demostraría que además de ser un pésimo administrador, no ahorra ni piensa en el futuro. Ni siquiera el cercano; Conocí el caso de una amiga a la que el marido (si, fue tan bruta de casarse con semejante ejemplar) la invitó un día a la mejor cena y al mejor motel y al día siguiente ella descubrió que el man le había sacado lo del sueldo del mes de la mesa de noche y la había deslumbrado... con su propia plata. Y a tomar aguapanela los otros 29 días. Yo lo mato.
Y finalmente, como dice la autora del post... El amor puede mucho, pero mucho de lo que puede se consigue con el prosaico dinero, así que... Y si, yo podría rumbearme* a un desempleado, pero puede estar seguro que nunca encontrará mis zapatos debajo de su cama. Es más, que se sienta feliz si le gasto una tercera vez.
Y eso no me convierte en una zorra interesada, solo en una mujer sensata.
*O sea, darle besitos sin compromiso. 

El extraño -Parte II

Primero un poco de contexto... Y como todo escritor mediocre, el contexto es robado de un autor de literatura universal: Gabriel García Márquez, de quien tomo sus palabras y las acomodo según mi real parecer:
"De pronto le vio, en el gran espejo del fondo, en un ángulo en que podía ver su reflejo en todo su esplendor... Le observó a su gusto con el aliento en vilo, vivió un instante de su vida desde su solitario lugar, y durante más de una hora paseó sin ser visto en el recinto vedado de su intimidad. Tomó una fotografía, una única fotografía, que hizo enmarcar y colgó en su habitación, sobre su cama... por el espacio interior, que había sido ocupado durante horas por la imagen amada»
(cualquiera que haya leído el libro sabe dónde me desvié.... Pero el mismo Gabo dice que la poesía no del dueño sino del que la necesita) 
Ya había escrito antes de él, Mi Extraño.
Casualmente un triple choque automovilístico me lo puso al alcance... bueno, decir de las manos es poco, en realidad me lo puso servido de cuerpo entero, y apretado contra mi. Dios bendiga los buses repletos, amén.
Vaya experiencia.
Normalmente salgo muy temprano de mi casa, porque tengo el infravalorado prurito de la puntualidad pero por motivos varios (desde ser obligada a desayunar con todas las de la ley hasta lavarme el cabello) a veces no salgo a la hora exacta que debo y salgo un poco después... Y ese día, así fue.
Verlo basta, por supuesto, pero me hacía miles de conjeturas sobre él: su nombre, su ocupación, su nivel educativo, sus gustos (especialmente los musicales: como tantos otros, yo entre ellos, sale enchufado a sus audífonos) y por supuesto, si tenía pareja.
Ahora puedo tener respuestas paradójicas, ya que al mismo tiempo que me acercan a la verdad, me disparan la imaginación:
Ya sé donde se baja, a que horas sale, y eso, sumado al exiguo contenido de su maletín (casi siempre cuelga lacio de su hombro derecho) me dice que no es estudiante. Debe ser un buen muchacho mensajero (todos los buenos muchachos empiezan de mensajeros, decía mi mamá), que entra a trabajar.
Usa tennis tipo converse y tuerce los pies hacia dentro (igual que yo), lo que le quita gracia al caminar, pero solo una obsesa como yo le mira los zapatos habiendo tanto para mirar más arriba. Es alto y un tipo alto, tiene medio camino al cielo ganado.
Por si el pelo largo no era suficiente indicativo, el hecho de haber olvidado los audífonos en la oficina me dio la oportunidad de saber que oye metal (ni idea cuál, que mi ignorancia de esa clase de música -y de casi toda en realidad- es vergonzosa), lo que no me extraña.
Sé que vive cerca, pero no hacia el sur como yo, vive más al nortecito y tiene una ¿hermana? que es absurdamente parecida a él. Por ese parecido es que no creo que sea la novia... además él es muy joven... no le pongo más de 22 o 23 años.
No es un pobretón como yo -léase, trabajar para mantenerse-, o al menos papi y mami le dan para que se gaste el sueldo de la mensajería en maletín y zapatillas de marca... y en ropa más bien bonita. Si es mensajero, no trabaja en oficina grande, porque nunca va de corbata. O a lo mejor trabaja en un taller de mecánico o es vendedor de un almacén de ropa. Qué se yo.
Casi siempre usa la misma chaqueta gris y camisetas... de lo que deduzco que no es friolento: esa chaqueta no abriga nada.
Tuerce su boquita carnosa en gesto de fastidio al ver que a todos nos toca (ay, qué sufrimiento! :D) apretarnos contra él que va contra la puerta.
Espero volverlo a ver...
Espero poderle hablar...
Espero...
"Beautiful Stranger" - Madonna

Los golpes de la vida

Me vi esta escena hace tiempos, y me parece increíblemente motivadora...

(...) Y cuando llegó el momento de que fueras un hombre y afrontar el mundo, lo hiciste, pero en algún momento, cambiaste, dejaste de ser tú, dejaste que las personas te señalaran y dijeran que no eras útil, y cuando se volvió duro, empezaste a buscar a quien culpar, como a una sombra...
Te diré algo que ya sabes... El mundo no un arcoiris y nubes rosas, es un mundo malo y salvaje y no importa qué tan rudo seas, te pondrá de rodillas y te golpeará permanentemente si así lo dejas. Ni tú, ni yo ni nadie golpeará tan duro como la vida, pero no importa qué tan duro lo hagas, importa lo duro que resistas, y sigas avanzando, cuánto resistirás y seguirás avanzando. Así es como se gana. Y si sabes cuánto vales, sal a buscar lo que mereces, pero debes ir dispuesto a que te den golpes, y no a culpar a otros y decir no soy lo que quiero ser por él, por ella o por nadie. Los cobardes lo hacen y tú no lo eres (...)
Así que... Creo que me ha llegado el momento de resistir...
Porque mi nube rosa no me va a caer del cielo... tendré que luchármela...

¿Kien dijo que fuera fácil ser una Princexa?

(Este es un post que escribí para un blog de moda, el cual lamentablemente desapareció. Menos mal guardé mi trabajo)

"Ana" Y "Mía"
No sé cuantas de las lectoras de este blog sepan qué son estos términos.
Para quienes que no lo sepan, son las palabras que se utilizan en Internet para comunidades que promueven la Anorexia (Ana) y la Bulimia (Mia). 
No vamos a hablar de estos trastornos alimenticios a profundidad, hoy en día se encuentra información más que suficiente sobre ellos y de ambos bandos, además: por un lado las "princesas" como se denominan las chicas que disfrutan (?) este "estilo de vida" (así  lo definen) y por otro médicos, familiares y ex-princesas que insisten en que mantenerte en un mínimo calorico te matará.
El tema de los trastornos alimenticios da para infinitas discusiones, pero quiero hablar de algo que vi en un documental de Discovery Home and Health "8 Años y anoréxica", que podemos ver a continuación:

Si vieron el documental, habrán notado dos cosas: La primera, Dana parece estar inmersa en un mundo adulto donde no se siente cómoda, donde no debería estar, lo cual se evidencia en las ropas y especialmente en los accesorios y maquillaje que usa.
Lo segundo son variaciones de la frase "no quiero ser gorda" de todas las chicas tratando de salir de su circulo de muerte y enfermedad, frases tipo "solo veía grasa", "me gustan mis huesos".
No es caso entrar a juzgar a las chicas que han caído en este ciclo de maldición (a qué horas la comida se convirtió en algo para detestar?), porque mi comentario va dirigido hacia el tratamiento que se sigue para ayudarles a mejorar.
Aunque no cabe duda que se esfuerzan por ayudarlas, se centran más en obligarlas a que coman, a que su cuerpo necesita comer para que sobrevivan... Es muy triste cómo Dana sufre frente a un brownie o como otra de las chicas derrama lágrimas sobre un chocolate.
Bueno, si. Es importante comer, no? Es un imperativo biológico, pero ¿y la otra mitad?
Por qué nadie trata no solo de demostrar a estas chicas que su imagen corporal no solo está distorsionada sino que realmente no hay nada de malo en tener sobrepeso?
No.
No estamos haciendo apología a la obesidad mórbida, no vamos a negar los inconvenientes de salud que genera, no vamos a decir que todas deben cumplir nuestro molde estético (eso sería caer en el mismo juego de los medios de comunicación) ni nada por el estilo, (sin negar que en esta sociedad de tallas cada vez mas 6 y 4 una chica saludable talla 10 está "gorda") pero no veo en ese documental (ni en ninguno de los otros que he visto, como el de pirry del Canal RCN u "Obsesión" de NatGeo) ni un solo psicólogo interrogando a las chicas acerca del por qué es malo ser gorda.
¿por la mirada del otro? ¿por el deseo masculino? ¿por el miedo a no encajar?
Razones de seguro hay muchas (tantas como chicas padecen estas enfermedades: cada una tiene su motivo) pero ¿por qué no se profundiza en eso? por qué no se hace más consiente a las pacientes de que un cuerpo que no cabe en los moldes estéticos impuestos (y autoimpuestos) también cabe en el mundo? ¿que tiene la misma capacidad que otros cuerpos de dar gozo y felicidad?
Creo que son motivos para reflexionar
Las imágenes que ilustran esta entrada son de la hermosa Venus de Willendorf, que hace parte del Naturhistorisches Museum, en Viena.

Ni si, ni no, sino todo lo contrario...

A veces uno está cerca de ciertas personas...
de las que quiere, pero no quiere estar cerca.
A las que hay días quisiera mandar al diablo, pero otras agarrar con fuerza....
A veces creo que esa es la relación perfecta:
Ni tan dependientes que te asfixien (o te asfixies tu misma... que en ocasiones uno se clava el cuchillo a sí mismo y se desangra por gusto) ni tan alejados que te sientas más solo que acompañado.
¿O será que no son las relaciones sino las personas?
Creo que soy así.
Estar, estar con una persona hasta donde más pueda, disfrutar de tí y de tu compañía....
Y quizás unos días después gritar de desesperación por no poder estar a solas....
Esta canción, que amo (y que dediqué, de hecho) me viene de perlas:
"Un osito de peluche de Taiwán" - Los Auténticos Decadentes

A veces uno quiere volar.
Pero piensa que llevar pasajero en su vuelo puede ser un lastre, un peso muerto, que no te dejará subir hasta donde deseas...
Y extiendes las alas, y vuelas...
Y de repente,
Descubres cuán divertido es el vuelo en compañía....
Y cuánta falta te hace...
Pero gritas y peleas y pataleas...
Por el miedo de que te sientan demasiado segura,
por el miedo de que piensen (quizás con razón) que no puedes vivir sin el otro...
Por no dejar de ser fuerte y combativa...
Pero lo que pides es un abrazo y un beso...
Eso: que te despidan con un beso....

Y que te esperen con los brazos abiertos...
"La célula que explota" - Caifanes

Así: hay días en que deseo abrazarte con tanta fuerza, besarte hasta el cansancio, hacer el amor contigo hasta la locura...
Y después salir corriendo...
Porque temo darte demasiado de mí...
Caer en tus manos...
Para que hagas de mí lo que gustes...
... Pero no me atrevo ...

The full body project

(Este es otro post que escribí para un blog de moda, el cual lamentablemente desapareció. Menos mal guardé mi trabajo)
Leonard Nimoy, más conocido por su papel del Dr. Spock en Star Treck ha decidido hacer algo "fuera de este mundo" con su proyecto "The Full Body".
Y la saca fuera porque desechando las ideas prefabricadas por los medios acerca de lo que es una mujer bonita, se arriesga con mujeres (no modelos) plus size y las muestra vestidas en su propia piel.
A que estas imágenes ↓↑ les recuerdan el trabajo de Helmut Newton, no? esa es la idea... Y no sé ustedes, pero yo adoro el tercer vestido, de izquierda a derecha 
En este proyecto y después de hacer mucho trabajo de fotografía con "modelos" y profesionales, decidió alejarse de lo que él mismo define como "Una mirada 'clasica'... personas que siempre se acomodaban a un mismo tipo de cuerpo, lo que la sociedad considera 'hermoso'"
Por ello, buscó mujeres de tallas grandes y eligió algunas poses que les permitieran a las chicas expresar toda su personalidad con su belleza y sus kilos extra, al margen de ese modelo socialmente aceptado de la hermosura
Se les hacen conocidas? Claro, es que son las tres gracias
Estas mujeres no buscan expresar la idea de lo que Nimoy les decía, ya que él mismo dice "Ellas proyectan más su propia imagen que mi idea" y son mujeres fuertes, con ideas claras. No cualquiera de nosotras es capaz de desnudarse para que el mundo entero te vea, en palabras del fotógrafo "Su amor propio -el de las modelos- es fuerte. Una de ellas es profesional en antropología y podrá decirte que las ideas de la belleza, de la sexualidad, están amarradas a una determinada cultura, por tanto no son universales ni fijas, que fluctúan dependiendo del lugar y del tiempo... Ella podrán decirnos que hay demasiadas personas sufriendo porque el cuerpo en que viven no es el que se encuentra en la portada de las revistas de moda"
Clásica fotografía grupal, inspirada en Herb Ritts y tan conocida que hasta le hicieron parodia masculina
No es la primera vez que Nimoy realiza trabajos con "modelos-no-modelos", ya en su proyecto "Secret Selves" (algo así como "autosecretos" o "secretos para mí mismo") había escogido gente del común, para que le confesaran esas cosillas que uno sabe, pero son inconfesables para otros. De ese trabajo podemos tomar como ejemplo la siguiente fotografía:
"Valdorise" Cuyo secreto es ser puta; "Es lo que sería si pudiera"
Según Nimoy, una vez que realizó las dos o tres primeras poses que tenía en su mente (la primera y tercera de este post) las dejó que modelaran a su antojo, les pidió que realizaran algo de lo que él y ellas pudieran sentirse orgullosos. Por ello, les pidió jugar con música que se tenía a mano, por lo que ellas empezaron a bailar en círculos, algo que disfrutaran y que las hiciera sentir cómodas con sus cuerpos.
Yo he visto esto en alguna parte... ah si. "La Danza" de Matisse
Finaliza Nimoy "con estas imágenes también me dicen que es hermoso, pero en un contexto -de una forma- diferente. Oigo comentarios que conducen a discusiones sobre la belleza, la aceptabilidad social, la cirugía plástica, nuestra cultura y salud. En estas fotografías las mujeres llevan con orgullo su propia piel. Ellas se respetan y espero que mis imágenes permitan a otros respetarse"
Esta imagen me hace pensar en la canción "I can Can you?" de Vanessa Mae
Y respetar a quienes somos como ellas... y también a quienes no lo somos, sin duda.
Un estupendo legado de este fotógrafo que puede consultarse en esta página
Finalicemos con música:

"Fat Bottomed Girls" - Cover de Queen interpretado por Cottontown Chorus

Felisa en su nube

Felisa soñaba con vivir en una nube.
En algún momento, mientras descansaba recostada sobre la hierba, junto al mantel de cuadros rojos y blancos del picnic, miro hacia el cielo. Y lo pensó:
"Qué cómodo sería vivir en una nube!"
Para ella, inocente aún, las nubes eran de algodón de dulce, pero por sus estudios sabía que también eran agua: por tanto tenía aseguradas comida y bebida. A ella le tenían sin cuidado zarandajas como proteínas o minerales. Algo dulce y bebida eran suficientes.
Además, sabía que en su nube podría viajar de manera cómoda, aunque poco le importaba el asunto del control. Su nube nutricia, además, se desplazaría solo con lo que su mente deseara.
Su suavidad algodonosa auguraba además una cama confortable e incluso armas defensivas pues Felisa creía que toda nube tenía una inagotable provisión de rayos en la parte de abajito... de donde los había visto salir...
Nunca se le ocurrió pensar qué haría si su nube se atravesaba a un sol brillante o si se desgajaba en lluvia, o si se ponía tan fría que granizaba....
Ella solo, recostada en el hierba, junto al picnic, soñaba...

Malos pensamientos...

Dices una frase.
Una frase aparentemente casual... ahí de pura confianza.
Pero lo que logras de inmediato es rayarme la cabeza.
Que eres hombre si, que tienes sangre más que calientica en las venas, también...
pero...
Lo que haces es...
Es llenar mi cabeza de ideas obscenas y de unas irresistibles ganas de...
(No creo que deba escribir aquí lo que en mi diario puse)
Maldito seas.
Trato de sacarte de mi mente y te encargas de mi que mis hormonas y mi piel ultra sensible registren tu presencia...
Y completas con música...
"me haces tanto bien" - Amistades Peligrosas
Ay de mi...

Love Potion

-Cuando crezcan haremos que sean una linda pareja -Dijo la señora Asuzy mirando cómo jugaba su pequeñuelo con la hijita de los Martínez
-Así será sin duda, comadre -dijo la señora Ana.
Así crecieron oyendo esas frases toda su infancia Tomás y Victoria, pero eran unos niños inocentes a quienes eso le entraba por un oído y les salía por el otro.
En tanto, sus familias prosperaban y lograban amasar un capital considerable, el cual se sentían más que felices de poder unir el día que sus dos únicos hijos se casaran.
El tiempo pasó y los niños crecieron: Tomás resultó de natural dulce y bondadoso, era paciente y brillante. Victoria era una chica consentida, voluntariosa, noble y decidida.
Sus opuestos caracteres y gustos similares (no en vano fueron criados en las mismas condiciones) auguraban un enlace adecuado y lleno de felicidad.
Cuando llegaron a la adolescencia, los seguían las miradas de sus familias esperando el chispazo de amor que sin duda surgiría.
Salían juntos a muchas partes, nadaban y caminaban juntos, pero fuera de algún roce fugaz (que podría, o no, ser interpretado de muchas maneras) no se les veía nada que anunciara el compromiso que sus familias esperaban hace 17 años.
Jugaban juntos al tenis y al ajedrez, bailaban juntos maravillosamente y fueron pareja en la fiesta de graduación. Y seguían sin verse las tan anheladas señales del próximo romance.
Así las cosas Ana y Asuzy decidieron tomar cartas en el asunto, porque si en la edad de la ebullición de  las hormonas sus retoños no parecían atraídos el uno por el otro, mucho menos pasaría más adelante. Había que buscar soluciones radicales.
De modo que se fueron al mejor brujo de la ciudad y comentándole cómo eran y estaban las cosas, le solicitaron  un filtro amoroso que encadenara los corazones de sus hijos.
La sustancia, rosada, pastosa -y con un sospechoso olor a rosas- fue derramada prontamente en algunos pastelillos que les sirvieron con el té; Y mientras sus madres los observaban con algo de disimulo, ellos terminaron toda la bandeja de bizcochuelos mientras debatían un sistema político de su invención, aún sin mostrar signos del esperado flechazo.
Después de un tiempo prudencial (no funcionó al día siguiente, ni al que sigue, ni al que venía...) las dos conspiradoras llegaron a la conclusión de que el brujo en cuestión las había estafado, por lo que fueron a buscar otro.
Allí les entregaron otro líquido, más liviano y de color violeta. Este debería vaporizarse en un cuarto donde se encontrara la pareja para que hiciera sus efectos. Esta vez, solo por seguridad, preguntaron en cuánto tiempo debería hacer efecto y el brujo, -hombre prudente- mencionó palabras como constancia y paciencia y que no sería mala idea comprar alguno de los pebeteros expuestos en sus vitrinas para mejor efecto. Las madres ilusionadas pusieron manos a la obra con resultados más que predecibles. No sucedió nada.
Llegaron a la conclusión de que el amor entre sus hijos a lo mejor no funcionaba en su forma líquida... Y recordando su juventud (y algunas travesuras que habían realizado) se rieron y fueron a buscar una espuma de baño encantada, que dejaron sospechosamente cerca del jacuzzi donde Tomás y Victoria se sumergían sin falta los viernes en la noche para quitarse el agobio de una larga semana laboral y donde entre vapores discutían de política, cine, fútbol y filosofía.
Escondidas en el jardín los espiaban, y aunque era indudable el afecto con el que se trataban e incluso la forma como se miraban, no sucedió nada.
Ellas esperaban que al menos se sentaran en el mismo lado del jacuzzi, quizás, que se tomaran de las manos, una caricia tal vez... el esperado beso.
Que no llegó.
De este modo empezaron la larga peregrinación a cuanta gitana, santo falso (y algunos reales sin duda), brujo, chamán, bioenergético y todos esos coloridos personajes que a cambio de dinero atan corazones y ligan vidas.
¿Es necesario aclarar que por más sal, sahumerio, bálsamo, filtro, bebedizo, ensalmo, hechizo, té, poción, talismán, muñeco, vela y similares nunca sucedió nada?
Tomás y Victoria, curiosamente, arribando  a los 30 se mantenían solteros, pero seguían sin parecer enamorados el uno del otro aunque salían juntos, comían y bailaban, nadaban y charlaban. Cocinaban juntos e iban ocasionalmente a ver una película.
Sus madres, resignadas, de vez en cuando iban a visitar al nuevo vidente, a la mentalista recién llegada, al astrólogo reputado... a los novedosos embaucadores que llegan año tras año a la ciudad para vender sus mercancías de fantasías y de ilusiones, pero ya lo hacían más por hábito y casi que por divertirse al ver las cada vez más extrañas proposiciones que les hacían y aunque realizaban los rituales con puntualidad obsesiva ya sabían que el resultado sería nulo.
El tiempo pasó y a ambas les llegó el momento de morir, y con la misma sincronía con que derramaban gotitas de todos los colores del arcoiris en las bebidas de sus hijos, o espolvoreaban sus camas con talcos mágicos, se fueron juntas, tomadas de la mano a la eternidad...
...Solo ahí pudieron comprender que en realidad Tomás y Victoria se amaban inmensa y entrañablemente -de ahí que ningún hechizo funcionara: no se puede atar lo que ya está atado- pero nunca estuvieron juntos por simple y sencillo orgullo...
...Y contra el orgullo no hay poción que prevalezca... 

Anoche soñé con centauros


Y es raro.... 
nunca antes, que recuerde había soñado con personajes mitológicos.
Con la lógica ilógica de los sueños, no me extrañaba en lo más mínimo estar a su lado ni correr con ellos o tomarlos de la mano.
Era un día soleado y había más centauros y más personas, ninguno extrañado por la presencia de los otros... Yo disfrutaba de la compañía de un centauro (sé que hay chicas -centauresas?- pero en mi sueño no estaban presentes) con las parte equina de color caramelo y piel blanca. Cabello negro. Sonrisa fácil
Estas bellas criaturas (medio irrespetuoso decirles "bestias) galopando y disfrutando del sol y del pastico (en mi sueño, no comían pasto...).
Viene a mi mente una frase de Rubén Dario, de su cuento "La Ninfa":
¡Bah! Para mí, los sátiros. Yo quisiera dar vida a mis bronces, y si esto fuese posible, mi amante sería uno de esos velludos semidioses. Os advierto que más que a los sátiros adoro a los centauros; y que me dejaría robar por uno de esos monstruos robustos, sólo por oír las quejas del engañado, que tocaría su flauta lleno de tristeza...
Y ya.
Es raro, ahora que mi vida se ha hecho tan complicada que esté escribiendo más que nunca...
Siempre es que cuando el corazón se desocupa, algo debe llenarlo...

Elogio a mi madrastra

La madrastra de Blancanieves: Una mierda que
 condenó a la niña a muerte por pura vanidad
Las madrastras.
Siempre las malas del paseo.
En toda la literatura, siempre.
Bueno... Casi siempre.
Incluso en la vida.
Se ven siempre por ahí, favoreciendo a sus hijos por encima de sus hijastros (incluso haciéndoles daño de forma consiente y premeditada), siendo brujas y perversas. Manipulando a punta de sexo al pendejo que logran pescar... que si un padre deja que traten a sus vástagos como los padrastros de los cuentos dejan que los traten o son unos idiotas sin remedio o están convenientemente muertos.
Poco dicen los cuentos y la literatura del padrastro, no recuerdo haber oído nombrar a ninguno, pero con las madrastras definitivamente se ensañan... para cubrir la historia de la madre amorosita (que no siempre se cumple en la realidad; algún día escribiré del fenómeno de las "madres monstruo" que me ha tocado conocer) y son pocas en las que las madrastras salen bien libradas...
Lady Tremaine y sus hijas, de la Cenicienta.
Esta al menos trataba de favorecer a sus retoños
Pablo Neruda (que tuvo madrastra y la amó con todo su corazón) y quizás Vargas Llosa (de cuya obra me piratié el título de este post) las salvan. También un libro de Robin Cook, "Fiebre" tiene también a una dulce madrastra... 
Mi mamá murió hace el número de años suficientes como para que al conseguir mi padre una nueva mujer que le hiciera compañía mi complejo de Electra (si Freud lo dice, imagino que lo sufrí aunque no estoy muy segura...) ya estaba más que olvidado, así que respecto de mi padre (si a eso vamos, también de mis hermanos y de los amigos varones que más amo A y D... Y también N... de E no me preocupo, él ya tenía una mujer excelente cuando entré a su vida) lo único que esperaba era una mujer que lo hiciera feliz, cosa difícil porque todos en mi familia tenemos un carácter de los mil demonios.
Y sin embargo se la encontró.
Narissa: una buena madrastra hasta
que le quitan lo que considera suyo
Un día llegó diciendo medio en serio medio en broma que tenía novia y además, desde hace años. Pero era una relación tranquila y lejana y de hecho pasó mucho tiempo antes de que la conociéramos en persona.
Se parecen mi madrastra y mi madre más de lo que uno quisiera, ambas tienen el cabello y los ojos oscuros y son "pequeñitas igual que una violeta".
Mi madrastra tiene un corazón gigantesco, siempre digo de ella que "tiene el corazón del tamaño de una sandía". Es muy dulce y paciente y encima, cocina rico.
No me quejo de la elección de mi padre, dio con alguien que le cuida sus chocheras, que lo viste bien y encima, como él, es creyente. Además de eso, no tiene hijos, por lo que pudo adoptarnos a nosotros con todo su corazón. 
La media docena de sobrinos que dios ha tenido a bien darme la llaman "abuela" (incluso una de sus hermanas le decía "sin haber sido mamá, usté nos ganó a todas como abuela") y ninguno piensa demasiado en la otra abuela  la muerta. Para ellos importa la que está aquí, la que se los sienta en las rodillas, les compra galletas y los invita a helado.
Yo la quiero mucho, pero mi afecto no llega al punto de decirle "mamá" (si me hubiera criado, quizás otra sería la historia) y decirle "madrastra" (como he hecho en este blog) se me hace medio malongo, por las connotaciones de dicha palabra... Me he transado en llamarle "madrastrica", cosa que me critica una compañera, pero se puede ir al cuerno, no puedo quitarle el título, que es importante.
Finalizaré con el poema de Pablo Neruda a su "Mamadre":
La mamadre viene por ahí,
con zuecos de madera. Anoche
sopló el viento del polo, se rompieron
los tejados, se cayeron
los muros y los puentes,
aulló la noche entera con sus pumas,
y ahora, en la mañana
de sol helado, llega
mi mamadre, doña
Trinidad Marverde,
dulce como la tímida frescura
del sol en las regiones tempestuosas,
lamparita
menuda y apagándose,
encendiéndose
para que todos vean el camino.
Oh dulce mamadre
—nunca pude
decir madrastra—,
ahora
mi boca tiembla para definirte,
porque apenas
abrí el entendimiento
vi la bondad vestida de pobre trapo oscuro,
la santidad más útil:
la del agua y la harina,
y eso fuiste: la vida te hizo pan
y allí te consumimos,
invierno largo a invierno desolado
con las goteras dentro
de la casa
y tu humildad ubicua
desgranando
el áspero
cereal de la pobreza
como si hubieras ido
repartiendo
un río de diamantes.
Ay mamá, ¿cómo pude
vivir sin recordarte
cada minuto mío?
No es posible. Yo llevo
tu Marverde en mi sangre,
el apellido
del pan que se reparte,
de aquellas
dulces manos
que cortaron del saco de la harina
los calzoncillos de mi infancia,
de la que cocinó, planchó, lavó,
sembró, calmó la fiebre,
y cuando todo estuvo hecho,
y ya podía
yo sostenerme con los pies seguros,
se fue, cumplida, oscura,
al pequeño ataúd
donde por primera vez estuvo ociosa
bajo la dura lluvia de Temuco

La muerte

Pasa una semana de largo y agotador trabajo... Sale uno con sus amigos, se divierte, ríe y hace chistes, come delicioso... y se va, a disfrutar de los recuerdos de un buen momento...
Y la muerte se atraviesa delante de tí, mostrándote que la vida es efímera.
Y algo, a mi larga edad, podría ser entendible...
Pero entre lo menos comprensible de la muerte es cómo un ser, un pequeño ser, abandona esta vida de manera tan prematura y encima, con tanto sufrimiento...
Un bebecito, que no alcanzó a cumplir ni un año.
Y con un cáncer
¿Cómo le da un cáncer a un bebé?
Un bebé que su familia y sus padres disfrutaron apenas seis meses antes de que les dieran la noticia, de que les dijeran "Está muy grave, pero vamos a hacer lo que mejor podamos"
Es en las grandes crisis que se conoce a la gente.
Cuando vi esa pareja por primera vez me dije "hummm tan jóvenes y ya con un bebé... las van a tener difícil..." aunque el hombre (curiosamente, siempre estoy de parte de los hombres) es un muchacho valeroso y recto, de esos que pocos quedan en el mundo...
Y así, estuvimos en el baby shower, le compramos alguna chuchería al niño por nacer y les deseamos toda la felicidad del mundo...
Menos de seis meses después el tío (hay qué ver cómo se encariña uno de tío, cuando no tiene hijos propios!) nos dice "el bebé está muy enfermo... Y mi novia es una mierda... Le dije y después de decirme que lo sentía mucho me dijo que si íbamos a salir al fin a bailar este viernes..."
Cerramos el círculo de nuestro afecto sobre él -mi pareja y yo- y le ofrecimos lo que necesitara: desde sangre en donación hasta dinero y compañía... Los hombres lloran con hombres, así que preferí dejarlos solos para que hablaran...
Y El Tío termina su relación de pareja al mismo tiempo que mi compañero se va fuera del país...
Y el bebé muere.
No soy entusiasta de los ritos de la muerte, de hecho me fastidian bastante, pero ¿cómo no acompañarlo?
(Ya una vez fallé en acompañar a alguien que me informó de la muerte de un ser querido. Le pedí perdón. Nunca me dijo si me había perdonado o no, pero aprendí mi lección) 
Llego a la funeraria y sus palabras me sorprenden "No sabía que estabas por acá" más sorprendido está con mi respuesta "No estaba por acá... Vine. Vine por tí".
Pobre almita.
Sin pareja, sin mejor amigo y con una familia al menos, tan dolida como él. Obligado a ser fuerte.
Estuve con él todo el tiempo, lo escuché, lo tomé de las manos, lo tomé en mis brazos... ¿qué más podía hacer?
Los odiosos trámites de la muerte, (descubro que desconozco el nombre del bebé, pero al menos conocía el apellido de su padre), la joven madre limpiando con obsesión el cofre de su niño muerto y repitiendo a todos "No lloren, no pueden llorar... Yo le prometí a mi bebé que no íbamos a llorar... ¿por qué llorar si él ya es un ángel?" y pasando una y otra vez una ajada servilleta por la lámina de cristal que cubría la carita de su niño... Contando a todos cuán hermoso había quedado "Parece una angelito... un angelito dormido". Y era cierto.
Lo vistieron con una muda de ropa nueva, y pusieron en su boquita que apenas estaba aprendiendo a sonreír el chupete favorito: cuando se le rompió, le compraron otro y no lo quiso aceptar: era ese o nada, así que estaba golpeado y lleno de cinta... era lo único a qué aferrarse mientras los médicos luchaban con el cáncer en su cuerpo.
Y por todas partes de esa funeraria repartidas las pruebas de lo inimaginable: el muerto era un bebé; el cofre blanco, con un forro de tela brillante de color azul pálido, el anuncio que indicaba que el muerto lo era (esa letra repetida precediendo el nombre "B"), las cintas, hasta el ramo con un globo azul "Baby Boy" (que normalmente se entrega a las parturientas) incluso la homilía, donde la cantante tuvo el desatino de cantar una canción de cuna.
Después el camino al cementerio, donde el trámite suele ser breve: poner el cofre en el horno o en tierra o en la bóveda, un par de oraciones y ya está... Pero en la lotería de la ubicación le ha tocado en suerte al bebé un "penthouse", último piso de la línea de osarios y entonces su madre que había dado muestras infrecuentes de entereza en alguien tan joven, enloquece: que es su bebé, que es de ella, que él no desea estar allá, tan alto que sus padres no podrán acariciar su lápida o ponerle flores... El niño y el cofre ayudan: no caben en el pequeño osario y se debe elegir una tumba más baja. Mientras tanto, la familia y amigas de la madre la calman obligándola a cantar que su hijo es un ángel, cantando "Ángeles de dios".
O el cofre colabora o tendrán que poner al pequeño en un osario de adultos, cosa que su familia no quiere "La idea es que al menos esté con otros bebés" me dice su tío.
Llama mi pareja, y solo el tío y yo valoramos el esfuerzo de una llamada internacional, para que su amigo sepa que él lo acompaña en espíritu mientras yo lo acompaño de cuerpo (firmé el libro de la funeraria con el nombre de los dos).
En tanto, yo recorría el cementerio, (uno de los tantos de mi ciudad) pensando en que esos osarios son mucho más siniestros que los parques cementerios modernos, con pasto, árboles y fuentes...  un poco menos fúnebres, más soleados y donde es más fácil creer que tus muertos están en algún hipotético paraíso...
Tomé algunas fotos, que están en este post.
Vi muchas tumbas de niños, de bebés. Hubo una que me causó mucha tristeza, unos bebés gemelos que murieron tan rápido que no alcanzaron siquiera  la gracia de nombre para recordarlos, en el cemento solo estaba escrito "hijo de..." una pequeña tumba sobre la otra. Pobre madre.
Y pobre de esta madre, esta madre que apenas si llega a los 20 años y que pierde a su bebé en el fin de semana en que se celebra el día de las madres en todo el mundo... Se arruinó esta fiesta para ella, por el resto de sus días.
Entre unas y otras cosas (tocó quitar, a punta de paciencia y serrucho las agarraderas del cofre para que cupiera en un osario para bebés) pasaron un par de horas, hasta que al fín su pequeño espacio fuera sellado. Y como he visto ya en tantos entierros, con la punta de una rosa blanca le dejaron un mensaje sobre el cemento aun húmedo... 
Fué entonces cuando empezó a llover, como si el cielo llorara sobre sobre esta pobre familia, a la que le toca soportar lo peor imaginable, la muerte de esa promesa que era un niñito...

Diálogo entre amigos

Como no podía dejar de ser... para El Ingeniero
Van dos amigos caminando, un día cualquiera de otoño y discuten...
- Y así, las cosas, es posible que un Ingeniero pueda amar más que un Poeta, pese a la opinión general... 
- Claro, tu lo dices porque eres ingeniero... 
- Y tú te opones porque eres poeta... 
- Es que el amor necesita lenguaje, un amor sin lenguaje es muerto... 
- Pero las palabras se agotan. Es más, las palabras agotan 
- Las palabras se agotan? no entendí eso... 
- Claro... ¿Cuántas palabras puede tener un idioma? Por muchas que sean, tarde o temprano se acaban... Pero las cifras... las cifras son infinitas: así será que hasta su símbolo tiene... Pero las palabras, aunque tuvieras un amplio vocabulario, no solo se terminan, sino que agotan al otro... 
- Pero los números en realidad son reducidos; son los mismos 10 símbolos repetidos hasta el infinito 
- Y no es así, acaso, el lenguaje? 
- Al menos son más símbolos... Y además contamos con los otros idiomas, podemos maldecir en ruso o alemán, seducir en francés o italiano, cantar en inglés o español... 
- Esta discusión es tan infinita como los números... 
- Y no podría llevarse a cabo sin lenguaje... 
-Y bueno, al fin lo que importa es el corazón, no? No las cifras o las palabras...
Y con el rumor del viento en los árboles se alejaron por el sendero...