Llamaditas

He de confesar una de mis particularidades:
Detesto hablar por teléfono.
Nunca fui esa adolescente con la que su padre tuvo que luchar para que la cuenta del teléfono no fuera exorbitante, porque muy rara vez usaba ese aparato y cuando lo hacía, solía ser sumamente expedita.
Fuera de tema, recuerdo una vez que me llamó una compañera de colegio, muy tarde y estando yo dormida, le contesté, en piloto automático y le prometí no sé qué, que al día siguiente incumplí porque no solo ni siquiera recordaba qué le había dicho sino haber contestado esa llamada. 
El advenimiento de la telefonía celular no me ha cambiado, el del Internet si, porque mientras detesto hablar por teléfono, puedo chatear por horas.
Pero como todo en mi vida, hay sus excepciones.
Y una de ellas es cuando me llaman las personas que aprecio mucho... y dentro de estas muy, muy especialmente, aquellas de las que estoy enamorada.
Por lo general, suelo estar separada del objeto de mis afectos: nunca he vivido con ninguno de ellos y en un par de momentos extremadamente extremos, nos veíamos unas pocas horas a la semana, porque entre el estudio y el trabajo de ambos, se hacía difícil sacar tiempo para estar juntos.
Y cuando se hace bastante difícil estar juntos, una llamada, sentir la voz confortadora del otro al lado del teléfono es indescriptible.
Incluso a veces llama sin razón aparente. Solo por hablar conmigo y para que lo escuche y a veces, me escucha a mí.
Puede que ni tan siquiera hablemos de las cosas que me preocupan o me angustian. Aunque a veces si lo hacemos. Y no necesariamente requerimos soluciones. 
Solo que alguien nos escuche y nos diga que todo irá bien. Aun si no fuera cierto.
Jamás reemplaza un buen abrazo, pero a veces tener el teléfono en el oído mientras oigo su voz...
Me tranquiliza, me vuelve a mi centro, hace la vida un poco menos difícil.
Y me da la ilusión de que va a susurrarme cositas dulces al oído cuando estemos juntos por fín...
Y un día yo le llamaré para decirle...
"I just called to say i love you" - Stevie Wonder

(Una vez lo llamé para eso. Me atendió al teléfono pero no tuvo tiempo para escuchar lo que mucho me costaba decirle. Nunca lo volví a hacer.)

Sueños

Quizá sea una de las frases más románticas que me hayan dicho jamás:
Al de los domicilios le abrimos en bata
Y pienso en algo así:

Que luciría orgullosa para ti.
Creo que no me vas a dejar recibir el domicilio...

Juegos!


Tomé hace un tiempo un curso de gamificación. Lo terminé, me sentí muy satisfecha y entre los deseos de mi casa (donde sin duda habrá una foto de los dos) y los de que salga un curso mucho más avanzado que pueda tomar (o sea, pagar) me debato económica y deseosamente hablando.
***
Me gustan los juegos, aunque suelo ser pésima en ellos, básicamente porque no me aplico a  fondo. No cuento cartas ni planeo sofisticadas estrategias de estrategia, porque para luchas, tengo la vida real.
Por eso no juego ajedrez, aunque conozco las mecánicas básicas.
Entre mis juegos de mesa favoritos están el Pictographic (y dios sabe que dibujo horrible), el UNO, el scrabble y me gusta el Monopoly. El Quarto va a estar en la mesa de centro de la ya mencionada casa, quizá junto al juego de té.
Parqués, dominó... juegos clásicos me agradan también.
He jugado algunas veces al Risk (me va fatal) y tengo muchas ganas de jugar esos juegos largos y complejos como "Diplomacy" o "Catan"
Estoy más que antojada de jugar "Pandemic" porque según me explicó el profe, es un juego 100% cooperativo: no puedes ganar solo. Y eso es raro.
También me apetecen grandes juegos morales tipo "this was of mine" (no hablo de la de Steam, aunque podría ser). Mi profe decía que era un juego duro. Y le tengo ganas.
Me gustan los video juegos premium donde no te acosa el tiempo en plataforma como Diablo III y Mario Party 
Pero me gustan más aun los juegos de gestión (gestiono muy, pero que muy bien, cuando le cojo el truco... lo cual llega a ser un problema porque acumulo tanto dinero que ya no vale la pena gastarlo. Ya desearía que mi vida fuera así) como Stardew Valley y Graveyard Keeper. Incluiré aquí el Spore al que estuve bastante enviciada un tiempo. Obviamente también me gustaban los SIMS.
También jugaba "Joyitas" (Be jeweled) y Dr. Mario. Me encanta el Tetris, aunque no me iba tan bien como me hubiera gustado.
Me gustaba Frogger y era fanática de Golden Axe y de un juego de desnudar chicas japonesas llamado "Gals Panic". Obvio que desnudarlas no era una prioridad para mi y el juego era bueno.
Me gusta jugar.
Me gustan los juegos.
La vida es el juego más inesperado de todos.

Soportar

Quizá cielo, sea cierto lo que decía nuestro horóscopo y nos soportamos.
Eso, claro, si tenemos en cuenta que "soportar" tiene más de una acepción.
Por ejemplo, la primera:
Sé que a veces soy un peso, pero lo has sabido soportar. 
Me has sostenido sin desfallecer ni vacilar.
Además podemos tener en cuenta el inglés, ese "support" que se parece más al español apoyar. Sostener. Estar ahí.
Has estado ahí para mí.
He tratado de estar ahí para ti.
Espero que sea mucho el tiempo que pueda soportarte...

Cuento

El apuesto príncipe, decidido a correr aventuras, abandonó el reino de sus padres y montó en su caballo blanco. Cansado de recorrer caminos, y sediento, paró en el mesón de ese pueblo lejano y fue allí donde oyó la historia de la encantadora princesa, prisionera en una torre por un dragón.
Decidido a liberarla, pidió instrucciones a los lugareños y ya se imaginaba la agradecida cara de la princesa rescatada y saboreaba el beso que sin duda le concedería.
Estuvo varios días vigilando la torre, viendo en la lejanía al enorme dragón que parecía verde a la distancia. Y un día por fin se decidió a atacar, enfrentando ferozmente a su enemigo, faltando poco para derrotarle.
Y cuál no sería la sorpresa del príncipe cuando al acercarse para matar al dragón y así rescatar a la princesa, le sale ésta al paso, espada en alto dispuesta a defenderle?
Aprendió ese día que es imposible separar a quienes no quieren ser separados.

Olé, torero

Seremos matadores vaciados, pero amamos nuestras corridas...

Amor, amor

Qué es el amor?
Qué difícil es definirlo...
Por el momento, amor es pegarme a tu espalda en esta tarde de domingo, mientras exprimes naranjas, mezclas su jugo con miel y jengibre y me lo das a pequeños sorbos para que la tos me deje en paz y pueda, por fin, dormir.

La cama destendida

Nunca hemos hecho el esfuerzo mi amor de destender la cama, excepto esa primera y dulce madrugada donde supuestamente solo íbamos a dormir, pero la camiseta de fútbol, demasiado pequeña para mí, modificó los planes. Y eso que podría cambiarnos el rumbo de la vida tal como la conocíamos, lo hizo, pero no en el sentido que pensábamos en aquel momento.
Quizá todo empieza por ahí.
Cuando todo fue consumado (consumido, suelo decir) y te arranqué esa sábana para ver tu cuerpo totalmente desnudo (blanco sobre blanco) no pude creer tu belleza.
Sé que no son palabras que se dicen con frecuencia, pero de todos los adjetivos que se usan para describir un aspecto físico solo uno acudió a mi mente, (de la misma manera en que mientras me penetrabas solo podía llamar a dios, algo nada habitual en mi) y uso ese adjetivo casi (a veces se me sale con otras cosas) exclusivamente para describirte. Es prácticamente un nombre propio, y siempre que te lo escribo (bendita telefonía, que dice Drexler) lo hago con mayúscula inicial. Capital Letter para tí, mi amor.
Pero volvamos al tema inicial, que siempre, cielo, como los monitos, vivimos saltándonos a las ramas (y hablando de ramas... Me produjo inexplicable felicidad que te guste les Luthiers) en la conversación.
A veces me pregunto qué pensarán los mesoneros en los hoteles de todo el mundo (Lima, Santa María, Montana...) cuando nos ven llegar tomados de la mano a pedir un cuarto por horas y hablando de temas que no parecieran predisponer a la pasión.
No pareces un chico de alquiler (y yo, ni se diga) y creo que desde esa única noche del mago, nadie ha vuelto a creer (al menos a primera vista) que estamos enamorados. Pero seguro que la muy mayor y muy arreglada mujer del hotel en Lima notó que no somos una pareja casual.
Y ahí están las pruebas: siempre la colcha arrugada, pero nunca destendida, bastan unos jalones en las esquinas para que quede presentable, cambio de toallas y reponer el jaboncito que no siempre usamos. Es como una entrada a Pits hotelera.
Y que venga la siguiente pareja a darse amor. O al menos, el gusto.
Quizá un día deberíamos destender la cama, solo para darles tema de conversación o al menos, más que hacer.

"La cama destendida" - Original Banda El Limón
(Posiblemente la única canción de Banda que me guste en la vida, pero la letra me merece... El vídeo es otra cosa, pero me hace reir, lo que no es mal afrodisíaco)

Tengo ganas de sentir
Tu cuerpo pero sin ropa
Y encontrar las caricias
Precisas que te vuelvan loca
Pero voy a empezar por
Besarte primero en la boca
Poco a poco iré descubriendo
Lo que te provoca
Y te voy a mirar a los ojos
A cada momento
Para que puedas ver claramente
Todo lo que siento
Lograre llegar hasta tu
Alma con una caricia
Para que ya no puedas
Dejarme con toda tu vida
La cama destendida
La ropa tirada en el suelo
Y nuestros cuerpos cansados
Pero no acaba el deseo
Presiento que esta noche
La pasare en desvelo
Y tal vez cuando amanezca
Volvamos a empezar de nuevo...