Motivos

Porqué no podría tener amante:
Es un fragmento de Comer, Rezar, Amar.

Así me siento. Eso pasa. 
Soy tan permeable, que me apasiono hasta la locura por alguien, me entrego más que por completo, cometo toda clase de locuras...
Y si no soy correspondida... (y eso incluye el compromiso)
Bueno es receta segura para el desastre.
He ahí otro motivo para el celibato.

Violación

Ser mujer es terriblemente difícil.
He leído este artículo y también este otro y este, que hablan de eso.
Visto eso, soy muy afortunada, porque nunca me han violado (aunque si lo pienso, un par de veces me salvé por un pelo... Y recuerdo una en especial).
He tenido a mi alrededor más hombres respetuosos que irrespetuosos, pero todos criados en la idea de que si les concedes un beso pueden ir más allá.
Y es terrible ser mujer y querer pero no deber, o la horrenda dicotomía de que uno quiere, pero no quiere. Que es una mierda.
Como una de las chicas de los relatos, terminé acostándome con tipos con los que no estaba muy segura de querer hacerlo (y una prueba más de mi buena suerte es que no tengo un hijo o SIDA, teniendo en cuenta que, para ser sincera, he sido una completa irresponsable con lo de los anticonceptivos) y como nos han convencido a las mujeres de lo importante que es la atención masculina... a veces premiaba al que me prestaba atención con mi cuerpo, así no estuviera muy segura de querer hacerlo. Es lo que se espera de una. Es decir, si ya dije que si, no puedo arrepentirme, ¿cierto?.
Un par de veces lo hice -lo de parar las cosas cuando iban "avanzadas"- y ante la reacción airada de los 'beneficiarios' ya supe a qué atenerme en el futuro, con cualquiera y especialmente con ellos.
Es duro ser mujer y saber que te toca definirte por la mirada del otro, si los varones te prestan demasiada atención eres una perra y si te prestan poca eres fea y navegar entre los dos extremos es difícil de comprender, especialmente para los varones.
Hablaba con mi amigo 'Generoso' acerca de la violación y me dí cuenta cómo, incluso para alguien dulce y empático como él, le es difícil ponerse en el lugar de una chica... mala jugada la de la naturaleza: si un hombre está cansado o estresado o asustado, pues no se le para, y sin erección, pues ¿cómo violarlo?. Le dije "no te hagas a la idea de qué te violaría una chica, piensa qué sentirías si un tipo te lo mete, porque así se siente, sin lubricación, te lastiman, duele..." torció el gesto porque no es una imagen nada agradable.
Como estoy depre, pues me deprime aun más pensar en esto, en los peligros y riesgos que corro por el simple hecho de ser mujer, que hace años cuando mi hermano tuvo su descalabro sentimental mi papá le dijo "un clavo saca otro clavo", cosa que ni muerto se le ocurriría decirme a mi en estos momentos, pero ¿qué hacemos? si eso es lo que quiero... pegarme una buena revolcada con alguien, o talvez no es eso lo que quiero, lo que quiero es un hombro en que llorar, que me presten atención y me mimen, porque aun para una chica como yo, conseguir quien se revuelque con ella es relativamente fácil, pero... no me pienso arriesgar... hace muchos años un niño me gustaba infinitamente, así que cuando me insinuó que tuviéramos intimidad, aunque dudosa, acepté y eso me puso de inmediato en su lista de "perras que nunca le presentaré a mi madre" y yo, tonta de mi, duré años enamorada de él. 
Los peligros van más allá del manoseo en un bus, la obscenidad gritada en la calle o que te digan que eres tan fea que no te come ni el óxido.
No es extraño pues que ahora haya optado por el celibato.

Las imágenes que elegí hacen parte del trabajo "Broken Flowers" de Jon Shireman y aluden a que eso venimos siendo ahora las mujeres: Flores rotas.

***

Comentábamos hace un tiempo con un amigo acerca de otra amiga, que sin ser espectacularmente bonita tiene un 'je ne sais quoi' que encanta a los varones y los convierte en sumisos esclavos. Y si fuera de eso se los pasa por la entrepierna, ahí si caen, como moscas ante insecticida.
No me considero una persona envidiosa, sé que soy, en realidad, muy afortunada, pero cuando estoy en depre empiezo a pensar en porqué hay gente que si y yo no. Y de todo lo que pienso, lo peor es pensar en que hay mujeres que lo obtienen todo en un "abrir y cerrar de piernas" mientras que a gente como yo nos toca sudárnosla, y no precisamente en una cama.
Mi comentario fué "pues hasta envidia me da esta vieja -si no fuera mi amiga hubiera, sinceramente, usado otra palabra que empieza por P- que todo se lo regalan, una 'mamadita' y obtiene lo que quiere... eso es lo que necesito yo: un tipo que me gaste".
Mi amigo (generoso, compasivo y con un corazón del tamaño de Rusia dijo) "No, lo que tu necesitas es amor"
Alguna pendejada le contesté para desestimar su comentario, pero como sucede con casi todo lo que él dice, es más profundo que esa simple frase... Y por supuesto, tiene razón.
Siempre me he enorgullecido de ser una chica independiente, que consigue lo que desea con su esfuerzo (y algo de apoyo, lo admito) y estos tiempos han sido duros, porque veo como otros, sin mayor esfuerzo obtienen universidad, flores, tecnología... o simplemente un par de brazos que los rodeen.
Y eso, creo, es lo que más echo de menos.
No es solo tener plan los fines de semana, o alguien a quien contarle absolutamente todo, o quien invite un helado o a quien comprarle miles de cosas maravillosas que veo en los escaparates...
Es esa sensación de refugio, de acogida, de consuelo.
Hoy tuve un día de mierda (y si, no va ni en la mitad), y pensé "Si él estuviera aquí, hubiera podido ir hasta su casa y quedarme allá, con cualquier excusa".
Pero no está.
No estará en mucho tiempo.
Quizás nunca.
Y si.
Necesito amor, pero no lo tengo (ni tengo todo lo que trae), así que deberé levantar mis pedazos y seguir adelante.

Ronroneo

Contrariamente a lo que todo el mundo piensa, los gatos no solo ronronean cuando están felices y satisfechos, también lo hacen cuando están asustados y tristes, en un intento de sentirse mejor.
Creo que lo mismo pasa conmigo, canto -horrible- cuando estoy feliz, pero también cuando estoy muy mal, en un intento -a veces infructuoso- de no rodar hasta el fondo del abismo.

Pájaros

Hace mucho no pensaba en la muerte.
Hoy lo pensé.
No me tomaré un frasco de pastillas, ni medio frasco de insecticida, ni tres gotas de cianuro. Si muero, no pienso mover un dedo para ayudarme.
Isabel Allende decía de uno de sus personajes que veía la muerte como:
...Un estado superior de pereza, en el cual no tendría que mover la sangre en sus venas o el aire en sus pulmones, el descanso sería total, no pensar, no sentir, no ser...
Quizás es algo similar.
Esta mañana llegué demasiado temprano al sitio al que iba, y me senté en un despejado de una zona de oficinas. Pero oficinas finas, de esas estrato mil y muy caras, así que tiene hasta parque interno, con fuente -apagada- y un pequeño bosquecito.
Y en el bosque, árboles.
Y pájaros.
En las ciudades de hoy día, con su polución y exceso de habitantes, no hay espacio para árboles y menos aún para pájaros.
Por las fechas, deben estar en plena ebullición primaveral, y por eso volaban...
Creo que en los preliminares del cortejo, hacían piruetas por el aire, mientras cantaban...
Si mal no estoy, la especie humana es el único animal donde la hembra debe atraer el macho...
Estoy tan aburrida...
Tan agotada...
De nada...
Ningún motivo en especial... y todos, quizás...
Algo de aburrimiento vital...
Y pensé en la muerte, la muerte como lo dice Allende, no tener que seguir haciendo el esfuerzo de vivir...

Príncipe

Quiero que vengas amor, hasta mi,
en tu caballo blanco.
Saltando el mar que nos separa
y las nubes y el tiempo
Y que me lleves contigo
para dormir abrazada a ti
Y no volvernos a separar...
El príncipe ideal: "Solo agregue Leche"

Apariencias

No siempre son las apariencias los más fiable para juzgar a una persona.
Y sin embargo todos lo hacemos.
Desde decidir si esa persona nos cae bien o mal hasta si tendremos o no una relación sentimental con ella.
Incluso por las apariencias (por la mirada del otro) nos juzgamos a nosotros mismos:
Que si la figura, que si la ropa, que si la marca de la ropa...
Ahí donde las ven, la moneda pequeña vale más que la grande
Sería fácil y lindo decir que no, que eso no es cierto, pero lo es.
Así es la naturaleza humana.
Y es un imperativo biológico: los hombres eligen caderas anchas porque asegura mejor prole, o siguen los dictados de la TV para que sus amigos los envidien.
Las mujeres seleccionan machos con dinero porque es más factible que den mayores posibilidades a las crías, o elijen un varón con auto para presumirle a sus amigas.
Vemos la portada del libro, el afiche de la película, lo que otro nos dijo de esa persona. No pasamos de ahí.
¿Será el miedo del descubrimiento? Qué es peor, descubrir la razón en las palabras del otro, que no es cierto o que es aun peor de lo que imaginábamos...?
¿Será simple pereza?
Para protegernos creamos un muro de apariencias entre nosotros y los demás, luego nos quejamos porque del otro no vemos sino su coraza, y lo decimos a través de nuestra propia máscara.
No se sabe qué esperar...
No se sabe en quién confiar...
Y por eso tememos tanto entregar el corazón...
Y amar...