Ensueño

Amenicé mi camino de regreso imaginando cómo tus manos suaves me acariciarían lentamente (si no tuvieras las ataduras sentimentales que tienes, claro está), de qué manera me irías desnudando pieza a pieza, lentamente, como quien desenvuelve un caramelo, cómo las yemas de mis dedos encenderían caminos de fuego, de lava ardiente suavizada con mi lengua en tu piel, intocada por el sol, cómo mis labios en los tuyos iniciarían los besos suaves, dulces, casi imperceptibles, hasta ahogarnos en la marejada de la pasión compartida, en el rítmico movimiento, en las palabras susurradas y en los suspiros entrecortados, en cómo mi cuerpo podría darte tanto amor que no podrías prescindir de mí...
Y llegué a mi casa, me empeloté a toda prisa, me puse mi pijama y me metí en la cama, carajo, que estoy tan cansada que ya el cuerpo no me da ni para fantasear con vos.
Este trabajo me tiene frita.
La imagen se llama "ensueño" y es del fotógrafo chileno Alberto Lazo

Personaje

Aclaración 1: empecé a escribir y no supe qué título le pondré a esto. Ya veré
Aclaración necesaria (creo):
Hay una serie de libros ya viejis (el primero se editó en 1956) que relatan las aventuras de su protagonista femenina: Angélica. Son un cruce entre novela romántica e histórica y con la medio bobadita de 17 libros. Al principio pueden ser entretenidos, pero desde mi punto de vista al final cansan, porque el tema es increíblemente repetitivo: a la bella y rubia Angélica todos se la quieren llevar a la cama y por ella se matan hombres y se deshacen imperios. Y una mierda.
Una cosa agradable que tiene esta serie (además de estar muy bien documentada históricamente) es que tiene personajes de lo más interesantes y no me refiero a su protagonista, si no digamos a su marido Joffrey, al Prior Jean de la abadía de Nieul, incluso al rey de francia. Y entre esos entrañables personajes hay uno que siempre me ha llamado la atención: François Desgrez, el policía.
Ahora si, entremos en materia.
Y la "materia" eres tú. No es la primera vez que te escribo aquí.
Imagino que si hubiera una moderna versión de Desgrez sería alguien como tú, digo, con el cabello un poco largo, con chaqueta de cuero y un canguro multibolsillos a la cintura. Solo te hace falta un perro, un perro grandote y mitad agresivo mitad dulce, como Sorbona lo era.
Cuando te abrazo o camino contigo de la mano me siento como de seguro se sintió Angélica en las muchísmas ocasiones en que Desgrez le sacó las castañas del fuego (no menos de 3) y cuando mi cerebro de quiere ir de vacaciones cojo alguno de los tres libros  que tengo y lo leo. En los 3 aparece Desgrez y bueno... lo imagino, quizás, te imagino, en la piel del personaje.
Mitad duro, directo, incluso, salvaje.
Mitad dulce, tierno y paciente.
Enamorado, pero no estúpido como para caer con una persona que no está en posición de entregársele totalmente.
Entre los libros de la serie, el Octavo es "La tentación de Angélica" y el resumen del libro es:
"Cuando, al fin, tras largas horas, negras de horror y duelo, rojas de sangre, parece que llegó a encontrar la paz, surge un nuevo personaje que ya conoció Angélica en otros tiempos: ésa es la tentación de Angélica, la nueva y definitiva lucha entre la atracción física y el deber, el deseo y el verdadero amor"
Cuando leí eso dije "Carajo, Desgrez!". Después descubriría que no era él, lo cual me hizo decepcionar aún más de la protagonista.
Bueno, ya he dado muchos recovecos y toda esta carreta es solo para decirte cuánto te quiero y cuánto me gusta andar contigo, solo caminar tomados de la mano en misiones ultrasecretas en busca de restaurantes carnívoros, de libros, de juguetes, de postres, de gangas de 1/2 centavo, de gadgets o simplemente del deseo de estar juntos.
Solo eso.
Estar Juntos.

El extraño

Todos los días salgo a coger bus.
Soy una personaja sencilla y que no destaca por nada.
O bueno, quizás si destaco, pero si solo me ves de pasada, destaco por las cosas menos adecuadas.
Y más cuando lo conocí, si tal verbo es adecuado que se utilice.
Porque realmente no lo conozco, ni él a mi.
La primera impresión no debió ser memorable para él, es decir, chiquilla de pelo desaliñado y chaqueta de skater que cargaba frente a sí un sospechoso bolsón de vendedora de transporte público.
Tampoco él es memorable, salvo por su altura (es bastante alto), su palidez y por tener el pelo largo, lo que ya no es ninguna novedad hoy día.
Disimulo....
Hagan de cuenta así, pero vestidos, claro.
Esas poco atractivas imágenes (las mías, claro) empeoran si tenemos en cuenta que nuestro primer encuentro fue estrujándonos en un bus camino al centro, donde reemplacé el bolso por un morral que hacía estorbo hasta decir no más. Fuera del que hace mi humanidad, claro.
Ahí posó su mirada inmediatamente condenatoria sobre mi.
El tiempo ha pasado. Poco menos de un año desde ese primer ¿encuentro?
Hace ya varios días que nos volvemos a encontrar en el mismo paradero del bus de siempre.
Las cosas han cambiado.
Él no mucho, realmente (por su forma de vestir trato de adivinar en qué trabaja y fracaso siempre... Y por su horario no creo que estudie, a menos que nunca tenga clase a primera hora...) y yo, es claro, me visto un poco mejor y reemplacé mi horroroso bolso negro por uno de cuero, un poco más fino.
Parafraseando a García Márquez:
"él sabe que yo sé que él sabe".
Y ya.
Nos vemos todos los días y con mucho disimulo nos ignoramos (pero siento sus ojos en mi y él, sin duda, los míos).
A veces fantaseo con que le diré los buenos días y descubriré el tono de su voz, o que volveremos a subir a un bus repleto en mejores circunstancias, o que nos encontraremos un día caminando por ahí o haciendo cola en el supermercado.
Y ese día... ¿qué pasaría?
Nada, lo que siempre pasa.
Él seguirá siendo mi extraño.
Mi encantador extraño
La imagen es de la peli "El Efecto mariposa", que si no la han visto...
¿A qué esperan? es muuuuy buena

our plant

This is...
For you, little garden's thief
My accomplice

Tristezas laborales

Estoy Triste.
Estoy decepcionada de mí misma.
Tengo problemas laborales.
Vamos por partes:
1. Hay una cosa que existe, un invento de los psicólogos, llamado el triángulo de necesidades de maslow, (que no voy a explicar, porque no es el tema); Dentro de ellas están la pertenencia, el reconocimiento y la autorealización. De hecho  son las más importantes, en ese orden.
2. Uno pasa mucho tiempo de su vida en el trabajo. Más del 50%, lo cual explica realmente cuál es su importancia dentro de la vida de un ser humano (y de paso, las relaciones erótico sentimentales con compañeros, pero eso tampoco es el tema).
Bueno. 
Partiendo de esas premisas, entremos en materia:
El asunto es que soy una buena trabajadora, soy lista y tengo miles de ideas que pueden ayudar a una empresa a mejorar (una amiga administradora de empresas me dijo una vez "cuando tenga mi propia empresa te voy a contratar para que te sientes a pensar"). Además de eso no me desmorono bajo presión , sigo ordenes con precisión y soy asertiva.
Respeto las jerarquías y tengo una cualidad invaluable: si un jefe se la gana, obtiene mi lealtad eterna.
Y en mi actual trabajo no me valoran como me lo merezco. Al menos eso he venido sintiendo esta semana.
¿por qué?
Porque tengo el culo muy grande, quizás, y no me maquillo todos los días, de modo que una chica sin profesión (yo tengo especialización) pero que se ve hermosa en falda y tacones ha venido a pasar por encima de mi en esta empresa.
A quejarse al mono de la pila porque además de ser mi amiga, yo mismita la traje a laborar aquí.
Y además no creo que su intención fuera hacer lo que hace, es decir convertirse en la "mano izquierda del jefe" mientras a mi, como a Betty la fea, me buscan una oficina detrás de presidencia, donde nadie me vea.
Ella que era muy mi amiga, no sabe que siento eso (ni lo sabrá nunca, porque con la estrecha convivencia de trabajar juntas le he descubierto detallitos de personalidad que me mortifican. Y no. No son los que ha aplicado al trabajo. Y no, ese tampoco es el tema) y no sabe ni sabrá que van varios días que me duermo y me despierto llorando (ayer, por ejemplo, lloré en el transporte antes de llegar, en la escalera del frente y en plena oficina. Menos mal solo se dio cuenta mi eterno cómplice) porque el hecho de que el jefe la haya convertido en menos de un mes en la niña bonita de mostrar (se la lleva a reuniones -la última, completamente en inglés, aunque ella no lo hable y yo si- le soltó la agenda y hasta las claves de la tarjeta de crédito) me deprime. 
No verme bien en falda me ha convertido en una profesional incompetente a la que solo se necesita cuando el computador le falla, pero nunca se lleva a una reunión con un cliente, a una exposición, simposio, congreso, viaje...
Así, aunque mi cerebro sea más grande (proporcionalmente hablando, que no visualmente) que mi trasero, pues he sido automáticamente descartada para la decisiones directivas de la empresa.
Y eso me deprime.
Y eso me hizo llorar, ya que siento que las tres necesidades de la pirámide de Maslow que mencioné (pertenencia, reconocimiento y autorealización) acaban de volverse imposibles de conseguir en el sitio donde paso más del 50% de mi vida.
Hay mujeres que se lo ganan fácil en la vida solo meneando el culo, pero este no es el caso... no estoy enfadada con ella, porque ella no lo hace, pero sin siquiera menearlo, solo de pura presencia, me ganó todos los ases de la partida.
Estoy un poco triste por el jefe, porque después de casi un año de laborar aquí, me dejó de lado, así de fácil. 
Por eso estoy decepcionada de mi misma.
En cierto modo también de mi jefe (uno pensaría que u hombre de mundo no se dejaría deslumbrar por el simple físico  pero al parecer no es así...) aunque claro, a él le importa un bledo lo que yo sienta o piense.
Uno de esos jefes que se ganó mi lealtad, me está llamando de forma insistente, (incluso puso a una amiga común a que me convenciera, y le dije que no porque creí tener un futuro en esta empresa...) ofreciéndome salarios absurdos para que vuelva a trabajar con él y aunque he rechazado sus ofertas dos veces, me la pensé de llamarle hoy y decirle "bueno, que's lo que me va a proponer" porque él, claramente, si sabe que para coordinar sus proyectos, pesa más mi cerebro (y si, ¿por qué no? mi linda carita y mi sonrisa "convence-clientes")que mi trasero.
Porque si a eso vamos, tampoco es que yo, visualmente, sea tan desastrosa... Vamos, que no parezco rescatada de la basura ni nada por el estilo.
Por primera vez en mi ya bastante larga vida me he sentido discriminada por mi aspecto. Y eso me hace sentir infinitamente mal.
Y finalmente me siento decepcionada de mi misma porque el sentirme mal porque a mi amiga le vaya bien(a costillas mías) me hace sentir egoísta y mezquina.
Puede que esto solo sea un bache.
pero estoy triste.
Y decepcionada de mi misma, por no usar falda, tacones y maquillaje a diario. Y sentirme fatal por sentirme mal.
Esperemos que el fin de semana me calme.
PD; las imágenes son parte de la estupenda camapaña "life's too short for the wrong job", de http://www.jobsintown.de/

Gracias

Porque sin ti y sin este blog estaría aun peor de lo que estoy.
Buuuuuuuuu a ti, mi dulce rey sin corona
a tu cabello suave y a tus labios de mora.

Final de encuesta 2012

Entre mis muchas manías está la de poner una encuesta en el blog.
el que la ponga o la quite depende de mis caprichos personales, por lo que sería tonto tratar de explicarlos.
Además la encuesta tiene otra utilidad: la pongo siempre para que se cierre el 31 de diciembre un minuto antes de la medianoche, por lo que resulta un excelente contador del tiempo por vivir en el año.
La encuesta del 2012 indagaba por una situación personal y la duda de si las personas que veían el vaso "medio lleno" tenían o no una actitud más positiva hacia la vida que quienes lo ven medio vacío.
¿Está el vaso medio lleno o medio vacío?
No me pidan que arroje conclusiones, porque no sé quien dijo que medio vacío y quien dijo que medio lleno (tengo tan pocos lectores, que sospecho quien dijo que medio vacío... pero es solo la sospecha)
Los resultados son:
Y ya
Abri una nueva encuesta, asi que pueden empezar a votar.
Háganle, que igual no concluiré nada :P

Poema

Cunita para tu amor,
es mi corazón abierto...
donde el arrullo de latidos,
adormecerá el dolor de tu pasado
Hasta que dejes de sentirlo.

Cunita para tu cuerpo,
son mis brazos extendidos,
donde puedes refugiarte,
cuando la vida te pese demasiado...

Pedacito de mi corazón,
mi sueño chiquito,
aquí estaré,
cuando decidas,
por fin,
venir a mi.