El Laurel

Hablando de árboles...

El Laurel o lauro (Laurus nobilis) es un arbusto o árbol perenne perteneciente a la familia de las lauráceas, a la que da nombre.

Es el tipo de árbol que si se deja en una matera, crecerá poco -más o menos 3mt- pero si está en el suelo puede ser enorme y frondoso, hasta 15 mt.
El árbol de Laurel crece bien de manera silvestre, pero con cuidados y cultivo puede llegar a ser espectacular.
Este árbol flores diferenciadas entre masculinas y femeninas, por lo que su reproducción es sexual.

Es un árbol muy útil: sirve como madera, con sus hojas y tallos se hacen aceites esenciales que tiene poderes curativos, sus flores tienen una fragancia deliciosa y sus hojas son usadas para cocinar.

Una de las cosas más ricas que he comido es un bollo de yuca en la costa, que estaba envuelto en una hoja de laurel, lo que dejó una marca morada en la masa y un sabor exquisito. Ponerle un par de hojas a la carne hace que su sabor se potencie.

El Laurel estaba consagrado a Apolo,  dios de la sabiduría y el heroísmo: Cuenta la leyenda que este dios estaba enamorado de Dafne, una hermosa ninfa, pero que ella no le correspondía y decidió huir a las montañas. Apolo, al darse cuenta, decidió perseguirla, razón por la que la ninfa suplicó a su padre, el dios Peneo -hay versiones que dicen que lo solicitó a la diosa artemis- que la transformara para así poder escapar de su enamorado. El padre la convirtió en un árbol de laurel, que Apolo a su vez convirtió en su árbol sagrado del que tomó algunas ramas y se hizo una corona

Debido a esto, en las fiestas Saturnalias Romanas, a los héroes y deportistas, los coronaban con hojas de laurel para simbolizar la victoria.

Y a los poetas. El Laurel coronaba a los poetas.
Algún tiempo después, las hojas de laurel se fabricaban en oro, para coronar a guerreros victoriosos y a emperadores.
En muchos países -en especial del mediterráneo- tener un Laurel en casa se considera un signo de buena fortuna, y se sembraba para atraer la buena suerte. También se creía que impedía que los rayos en las tormentas alcanzaran la casa

En Grecia, pitonisas y adivinadores lo mascaban antes de iniciar sus ceremonias para que les aumentara la conciencia psíquica, los pastores romanos repartían hojas de laurel en su camino en señal de paz y prosperidad lo que ha devenido en la costumbre de meter una hoja de esta planta en las cartas que contienen buenos deseos.