Escuché esta canción, y en cierto modo me hizo pensar en los amantes porque...
Te besé y me rogaste que te amara
Ruégame otra vez...
Otra vez...
Es lo que uno quisiera, no? que alguien estuviera dispuesto a lo que sea por estar contigo, por permitirle tocarte...
Es decir, para qué carajos sirve un amante si no es para que enloquezca por ti...?
A veces si quisiera tener un amante.
De por dios que sí.
Y no porque mi pareja me tenga desatendida, que no es así, sino porque hay ciertas cosas que al parecer no pueden obtenerse de él.
Es claro que no son cosas imprescindibles, porque de ser así ya no estaría a su lado... sino... son como las galguerías: de vez en cuando te antojas, pero no es que mueras por tenerlas.
Cosas como que tenga automóvil: No soy gasolinera, pero sería romántico un tipo con carro que te recoja a la salida del trabajo y te lleve a hacer travesuras; por ejemplo a uno de los miradores de la ciudad, que son tan bonitos.
O que sepa cocinar: Mi pareja solo sabe hacer papas saladas pero me encantaría llegar un día y que me sorprenda con algo delicioso que pudiera transformarse en un festín para dos. Ver un hombre cocinar puede ser muy erótico.
O que le guste el cibersexo: Aún falta mucho para que yo le quite ese prejuicio, pero, pues.. teniendo en cuenta que nuestro tiempo juntos no es mucho, pues una fantasiosa compensación sería una ventaja.
Un mancito con plata: Y no es que sea interesada, pero quisiera tener a alguien a quien mis caprichitos (afortunadamente escasos) no le resultaran onerosos. Que si pido algo no me atormente el complejo de culpa porque se gaste la plata conmigo. Cosas como flores, chocolates, cositas brillantes y prendas coquetas que me lleguen de sorpresa sería una felicidad.
Y así.
Lo malo es que para elegir amante soy más jodida que un amigo que tiene un listado como de 100 características, y algunas de las mías son bastante cargosas y sería raro que alguien las cumpliera. Y menos aun, todas, especialmente porque algunas de las cosas son incluso perversas, como mi eterna manía de prometer y no dar. Muy rara vez dar.
Por ejemplo, sería difícil que yo cogiera un amante desde 0. Tengo algunos varios en lista de espera y que como ya me conocen, no tendría que esforzarme en parecerles mejor de lo que soy. (nada de depilarse y estrenar cucos cada que los veo) Saben que conmigo las cosas están muy claras y que o me toman o me dejan. Y ya. Me ahorro quebraderos de cabeza y dolores innecesarios.
Escribo esto porque reapareció en mi vida un viejo camarada, uno de los tipos más guapos, comprensivos y dulces que he conocido.
No nos vemos muy seguido (ni siquiera una vez al año) pero justo reapareció para estas fechas de festividades personales (también su cumpleaños está cerca), y es uno de los tipos que podría llegar a ser mi amante con todas las de la la ley, porque cumple todas las características (excepto la del cibersexo, pero bueh...algún defecto tenía que tener... además, eso con mañita se le quita :D) y algunas otras como ser apasionado, discreto, creativo y con la enorme, gigantesca, invaluable ventaja de ser como un perrito: limitarse a venir a mi cuando se le llame, sin recargarme con sus problemas y sin perseguirme.
Aunque con él la cosa ha sido más bien...
creo que aún recuerdas
que fui yo quien dijo basta
basta de atarme al trueno
basta de quemar tus sueños
ya no quedan más tormentas
Porque por más ganas que tenga de amante, faltarle a mi pareja me parece malvado... Aún con una presa tan apetecible como él.
"Ruégame" - Illya Kuriaki and the Valderramas
Ven.... que oscureció
se detuvo el destino en la habitación.
Quizás... perdí mi ser
la violencia del aire quebrantó su piel
Y en secreto se inundaba el bosque
donde vimos crecer aquella flor
te besé y me rogaste que te amara
ruégame otra vez... otra vez
Aquí velaste al sol
siendo el resto de tu alma mi redención
presencié un eclipse en ti
es eterno el desierto que sonríe el fin
Y en secreto se inundaba el bosque
donde vimos crecer aquella flor
te besé y me rogaste que te amara
ruégame otra vez, ruégame
Toque la soledad
en su vientre anhelando no despertar
volar bajo la piel
se adormecen tus manos al palpar mi sed
Tantas sombras en mi alma
tantas noches que me abrazan
óyeme que el cielo sangra
y de su sangre creo darte
y esta noche quiero verte
aunque sea dentro mío
creo que aún recuerdas
que fui yo quien dijo basta
basta de atarme al trueno
basta de quemar tus sueños
ya no quedan más tormentas
tu deseo es mi deseo
y al reir sangras la esencia
que deshace a mi lamento
recuerda que nadie espera
odio en tus ojos princesa
Y en secreto se inundaba el bosque
donde vimos crecer aquella flor
te besé y me rogaste que te amara
ruégame otra vez, otra vez