Depresión

La depresión puede ser genética, puede haber genes traicioneros en tu cerebro, esperando para hundirte... pero dependiendo de tu entorno podrían no vencerte.
Por eso mi trabajo es fundamental para mi: la rutina (la dulce rutina) de la existencia, levantarse a una hora, tomar un bus, tener que responder por algo y ante alguien... eso me obliga a moverme, a no dejarme caer al piso para nunca volverme a levantar.
Ya me sucedió una vez.
Yo había visto los síntomas (en mi padre) pero no los reconocí como tales en su momento... ni en él ni en mí.
Solo muchos años y muchas lecturas después supe lo que me había pasado.
Fue hace muchos años.

Seis meses antes había tenido una crisis leve que se resolvió de manera inesperada, pero ese es tema de otro post.
Yo tendría 21 años. Y de nuevo, entre otras cosas, no pude entrar a estudiar la carrera que deseaba en la universidad que quería. Así que mi mamá para consolarme, me compró un cupo en una cátedra extracurricular que se dictaba en esa misma universidad (a los estudiantes les daba créditos, a mí un diploma del sitio donde quería estudiar).
El tema era maravilloso: Arte y Literatura, con énfasis en la segunda y cómo esta había influenciado otras artes, como la música y el cine. El tema parecía hecho exprofeso para mí.

Inicié con entusiasmo y ya tenía planeado mi trabajo final, que iba a versar sobre la comparación entre una obra literaria y su versión peliculera. O sea, desde esa época ya pensaba en los Book Vs Movie. Vaya. Hasta ahora caigo en cuenta de eso.
Para mí era un dicha llegar al auditorio y ver las muestras, hablar con los compañeros y con el tutor que me asignaron, que tenía debilidad por mi, por mi actitud desenvuelta y mi entusiasmo por los temas.
Pero...
Todo conspiró contra mí y circunstancias externas (entre ellas la ausencia de trabajo) me patearon y me derrumbé...
Y no contaba con nadie.
No tenía muchos amigos, no tenía pareja, no podía atribular a mi familia... ya no tenía nada a qué aferrarme.
Empecé a entrar en la otra rutina, la de la depresión: pensamientos tristes, fugaces ideaciones suicidas, no bañarme, no comer, no levantarme de la cama... total, ¿para qué? nada ni nadie me esperaba en la vida.
De esta estupenda página
Tengo una horrible característica: odio llorar, lo detesto en mí (que no en los demás) como pocas cosas en la vida, así que ni siquiera podía desahogarme lamentando mi miseria.
Y por supuesto, cuando ni siquiera te levantas para comer algo, menos iba a clase, así que perdí mi curso, mi anhelado curso de arte y literatura y las oportunidades que de él hubiera podido obtener.
No recuerdo cómo salí de eso.
No hubo pastillas, ni apoyo ni intervención. Alguna fuerza cósmica universal me obligó a seguir adelante... Y así lo hice.
Al tiempo después, mis oportunidades de entrar a  estudiar literatura a esa universidad se desvanecieron del todo... algún tiempo después murió mi madre, que nunca se enteró que su hija había derrochado inútilmente su último regalo.
Y sin embargo, había aprendido mi lección, y estaba dispuesta a dar pelea, a no dejarme derrotar de nuevo.
Me va la vida en ello.

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