Va a hacer casi un año desde que me terminaste por última vez.

A partir de esa fecha nefasta tuve que aprender a sostenerme en mis dos pies.

Una de las estrategias que materialicé para canalizar mi dolor fue escribir. Nunca he sido tomatragos y andar acostándose con cualquiera no era opción. 

Empecé una serie de escritos bajo la etiqueta "Broken Dreams" que representaban todo lo que ya no sería posible porque no estabas aquí.

Y los inicié cuando me hice el firme propósito que mi sufrimiento por tí tendría un límite: 1.000 dias. 1.000 sueños rotos. Y a partir del día mil uno, serias un bello recuerdo y yo reanudaría mi vida sin depender de ti o de tu recuerdo.

Pero...

Justo cuando empezaba a lograrlo, regresaste al país y lo primero que me diste al vernos, fue un largo beso en los labios.

Hasta ahí llegó mi resistencia.

A veces me replanteo seguir o no contigo.

Hay cosas que me irritan, hay cosas que me asustan, hay cosas que me dejan insatisfecha.

O serán solo las circunstancias que rodean esas cosas, porque no siempre me pasa.

Pero eran mil días, mil cosas que iba a describir del sueño roto de nuestra relación.

Y solo llegué a escribir sobre 9 de ellas.

El listado total está por ahí (aunque no llegué a poner las 1.000 cosas), y lo pondré acá, digamos para sellar ese capítulo (si me vuelves a abandonar, no sufriré tanto, te dejaré ir mucho más fácilmente, ese fue el precio que pagaste por tu preciada libertad) 

Las que escribí son: 

el aniversario

decencia

lujos

musica

cartas

comida

criptozoobiología

peliculas

Dolor

Las que no son:

Hijos

matrimonio

Viajes

Sitios

Vaqueros y Black Tshirt

enfermedades

dormida

familia

Apodos

Y las pongo aquí porque a veces me irrito contigo (como el mes pasado que te armé una pataleta descomunal, pero ¿cómo es posible que después de tanto tiempo juntos no hayas sabido leer las señales de la tormenta que se avecinaba? Te advertí desde el sábado que se gestaba en mi interior el gran Odio A La Humanidad que solo desata en mí la insatisfacción laboral que se junta con la traición de mis hormonas) y sería bueno recordarme por qué quise, quiero estar contigo.

Cuando estoy contigo todo tiene ese barniz de esperanza y felicidad que me hace creer que todo irá bien...

... Al fin y al cabo, hemos sobrevivido a otras tempestades....

...Tanto tiempo en nuestra historia tuve plena conciencia de ser quien más amaba en esta relación, en este tiempo solo una vez he llegado a albergar en mi mente la idea de abandonarte, y sin embargo tu prescindías de mi, según tu capricho y tu acomodo.

Esta vez, algo se rompió en mi, y ya no siento ser quien más ame en esta relación, con el agravante de que tampoco siento que tú me ames.

Siento que estás conmigo por no estar solo, por mero interés, porque eso era lo que las familias esperaban de nosotros...

He de decir en honor a la verdad que has sido paciente y que a mis protestas (es claro que ya te dije los que siento, creo que la quejadera hace parte de mi estilo de relación) has opuestos tus sensatas razones, mimos y frases inesperadas.

Dices que quieres estar conmigo porque así lo deseas.

Y te creo.

Y entonces, regreso a mi burbuja, donde todo es perfecto donde todo está bien...

Y ruego porque no estalle

Es tan frágil!

Y la soplo para que se eleve a lo alto

Y se quede allí

Flotando en la inmensidad.

Dolor.

Normalmente trato de ser estoica ante el dolor, casi no uso analgésicos y soporto lo peor de mi cuerpo (las amígdalas) apenas sin tomar nada más que tisanas de hierbas.

Y parte de la maldición femenina es andar con dolor a cada rato y si una es valiente, lo puede soportar con un "es que no es que duela tanto, es más fastidioso y ya" frase que yo repetía al menos una vez cada mes.

Y cuando estaba así, era una felicidad que fuera fin de semana, porque bastaba ir a tu casa, meterme en tu cama y desabrocharme los bluejeans... Y ponías tus manos, grandes y cálidas (tus manos siempre estaban calientes a menos que estuvieras enfermo) en mi estómago y tu calor me tranquilizaba. 

Tu sabías curar mis dolores, los físicos y también los mentales, los existenciales, los familiares...

Peluche de estómago evidentemente no enfermo
que se puede comprar aquí

Esta mañana traté de hacerlo yo: me recosté en mi cama y puse mis manos en mi cuerpo. 

Lo único que conseguí fue llorar.

Y no precisamente del dolor. No el del estómago al menos, el de un órgano situado un palmo más arriba en mi cuerpo y que está roto, al parecer.

Películas

Las películas suelen ser motivo de roces en las parejas.

Y bueno, roces de todo tipo, pero yo hablo de discusiones.

Por lo general a las chicas no nos gustan las películas de varones, los que a su vez desprecian las películas "de niñas".

Digamos que si bien nuestros gustos podían coincidir en algunas (ambos detestamos "Avatar" y adoramos "Reck-it Ralph", "Sin City" o "El cisne negro" por ejemplo) básicamente eran tan disimiles como cabía esperar.

A él, macho que se respete, le gustaban las películas de acción y era fanático de la Saga de Batman de Nolan. Sus gustos podían caer tan bajo como "Ciudad de Dios" (necesito decir que detesto esa película?) o subir tanto como "Inception".
A mi me gustaban películas como "60 segundos" y "El Transportador" (pero odié "Rápido y furioso" en todas sus mugrientas versiones) pero obvio, también me gusta "Bridget Jones" y "Un paseo por las nubes".
He de admitir que de no ser por él nunca hubiera visto "Thor" (no está entre mis favoritas, pero me gustó) o "Iron Man" (lo mismo), "The watchmen" (esa si que me gustó) o "La caída"; Sin mi, él nunca hubiera visto "Belleza Americana", "El Laberinto del fauno" o "Chicago" (no son sus favoritas, pero le gustaron, lo sé).
Ambos estábamos dispuestos a transigir y ver las películas del otro, (al menos, la mayoría de las veces) aunque me temo, que, como en la música, él meramente toleraba lo que de mi venía, nunca le hallaba el ritmo, el sabor, la delicia...
Nunca verá por propia iniciativa digamos "El Gran Pez" y yo nunca lo haré con "this is spinal tab", por citar algunos ejemplos.
Sin embargo condescendía a ver películas cursis conmigo de vez en cuando. Vimos "Los Miserables" (a ninguno de los dos nos hizo especialmente felices), vimos "El amor en los tiempos del cólera" (la detestamos), "historia de una gaviota y el gato que le enseñó a volar" (que le gustó pero nunca verá por propia iniciativa, aunque fue él quien la buscó para mi), vimos "Encantada" (nunca la verá si no lo obligo) y así...
Extraño ver películas con él.
Creo que no le habría disgustado "El Gran Gatsby" (me gané las boletas para verla en 3D... la compañía fue ligeramente mejor que haber ido sola, y eso porque pagó las bebidas) y quizás le hubiera gustado "The Perks of Being a Wallflower" o mi amada "Drácula", habría odiado "Niñas mal" y habría condescendido a "Comer, Rezar, Amar"... Y ni amarrado hubiera visto "The warm Bodies".
Las películas.
Desde que se fue, no me he vuelto a arrunchar con nadie en una tardecita de cine.
Otro placer perdido.

La última película de mi clase que vimos juntos

Extraño las tardes de palomitas, fritos y bebidas. 

Extraño que si la película nos salía mala, siempre podíamos consolarnos viendo un acto o dos de Les Luthier, que los dos adorábamos.

Extraño que te rieras de ver mis mixes de gaseosas en el cinema (aunque al final los probabas, siempre -su sabor nunca era igual- mientras decías que estoy loca).

Extraño estar junto a ti.

Criptozoobiología

Bueno, listo,  ese término no define exactamente el tema, lo sé.

Pero me encanta.

Todas las parejas tienen la costumbre de usar nombres cariñosos para referirse el uno al otro, y muchas veces esos nombres corresponden a animales, por lo que he escuchado cosas como "sirenita", "sapito", "pecesita", "Pichoncito" y "pulpito" entre otros. 
Nosotros no éramos una excepción.

Tu primer nombre (y sin duda el más duradero) fue Oso. Y las motivaciones son raras, porque los osos no son precisamente tu animal favorito...

Dejemoslo en que el equipo de fútbol del que eres hincha tiene como mascota un oso, que (además!) tiene un nombre increíblemente parecido a tu apellido.

Pero en justicia debiste ser mono. 

Muchos años después me enteré que los monos son también el animal favorito de mi padre.

Yo por mi parte, la tuve fácil.

Yo era la gatita. Muy mainstream. Debí ser libélula y dejar de joder.

Una de las imágenes que me enviabas...

Lo jarto del asunto es que ahora uno ve gatos y osos en toda parte...

como este

o este

o este

O sea, más motivos para extrañarte, para pensar en ti...
No hay tienda donde no haya al menos 10 clases diversas de osos de peluche.

Para lamentarme.

Y súmele los micos, que también son muy frecuentes.

Juro que a mi próxima pareja le diré "mi ornitorrinco", "mi pterodáctilo", "Mi equidna", "Mi dugongo" o alguna cosa similar.

"Se encendieron las farolas que alumbraban el camino, para que pudieras volver..."

De "Comer, Rezar, Amar":

-Es que lo quiero.

-Pues quiérelo.

-Es que lo echo de menos.

-Pues échalo de menos. Mándale luz y amor cuando te acuerdes de él y olvídate del tema. Te da miedo deshacerte de los últimos trocitos de él porque sabes que te vas a quedar muy sola ¡y te da pánico plantearte lo que puede pasar si te quedas sola! Pero tienes que entender una cosa: si pudieras despejar todo ese espacio que ocupas en tu mente por obsesionarte con este tipo, tendrías una puerta y ¿sabes qué haría el universo al verla? Colarse. Se colaría y te llenaría del amor que jamás hayas podido conocer. Deja de usarlo para bloquear esa puerta. Olvídate de ese tema.

La comida. Ah! la comida!

La comida y yo siempre hemos tenido una relación cercana.

Me gusta cocinar y lo hago muy bien (a veces me pregunto qué hubiera sido de mi vida si hubiera estudiado para chef).

Me encanta darle de comer a los demás.

Rara vez un regalo mio va sin algo dulce y de hecho me encanta regalar comida: invitar a comer, hacer pasteles, regalar dulces...

Consumo alimento por imperativo biológico, pero también para mi es un acto social.

Cuando he ido a comer cosas ricas (y muchas!) por... "despecho" (tristeza, depre, angustia y demás...) y sola, me siento mal y no solo anímicamente, sino también físicamente, la comida me patea... Y por eso he dejado de comer en muchos sitios.
Por no ir sola.
Y no volver a los sitios donde íbamos.

Banner de un blog ya extinto...

No volví (ni creo que vuelva) al sitio de los roastbeef, ni a los helados de crema del osito.
No volví al carrito de hamburguesas ni a la pizza cara; tampoco a la económica.
No volví a comer cholao (y eso que tu lo odias) ni chuleta.
A comer chorizos de supermercado o crepes de fruta.
Ensalada de frutas o helados de paila.
Y más que obviamente, no volví a comer la comida de tu madre:
El pescado frito (la cabeza para tú, la cola para mi), la sopa de patacón y albóndiga, el jugo de guanábana, el arroz con verduras o la natilla.
Has cerrado mis horizontes alimentarios.
Me limito a comer lo que haya en casa y ya está.
Adios a un dulce consuelo.

Fondo del mismo blog

Tu mientras, aprendes a preparar pasta, carne y huevo frito. 
Envidio a la dichosa que valore lo que significa una comida de tus manos.

Soñé contigo.

O al menos eso creo.

Del mismo modo cuando en mi mente entablo batallas contigo, y la persona con quien peleo no eres tú, sino otro, ese otro entró en mi sueño.

No creo que el sueño se refiriera a él (él no hace parte de mi vida, al menos no en ese sentido) así que creo que eres tú.

Mientras estás lejos disfrutando del buen clima (acá está haciendo un frío atroz) y muy bien acompañado, acá estoy yo soñando contigo.

Aferrándome a mis bastones y a mi orgullo.

Sosteniéndome como pueda.

Tu no puedes extrañarme como yo a ti, porque estás en un ambiente que te saca de todo todo lo que vivimos... Yo si tengo que ver el parque donde caminábamos, tu casa, la mía, el restaurante, los helados... la vida.

Y encima, soñando contigo.

Sueñito Mojadito. Maldita sea mi suerte.

Cartas.

Entre nosotros las palabras siempre fueron importantes.

Nuestra historia de hecho, comenzó con ese curso de literatura creativa que tomamos juntos.

Este año hubo otro y si hubieras estado a mi lado quizás te habría convencido y lo hubiéramos tomado.

Acostumbrabas a escribirme cartas y las tengo todas dentro de un folder, con protectores de silicona, para que no se arruinen.

Eran cartas muy bellas, manuscritas y firmadas con alguno de tus innumerables seudónimos.

Yo te escribía mucho también, debes tener en alguna parte una carpeta llena de esquelas, cartas, notas y creo que algún poema y cuento.

Cuando te enseñé a usar el PC y el Internet llegó a nuestra vida, los escritos pasaron a ser digitales: mensajes via mail y cartas de word.

Luego vino el Facebook, y ahí la cosa se convirtió en fotos y mensajes, que van y vienen...

Me has terminado (las dos últimas veces) por carta.

La primera te salió pésima porque dejé tirado el trabajo por ir a verte (la terminada, pues no duró ni dos horas... tal y como era tu propósito) y la segunda... bueno es esta.

Fiel a mi carácter contradictorio, primero te respondí que bueno, que listo, que si querías acabar esto, bien podías, que suerte es que te digo...

Y la segunda, bueno, fue un fragmento de Sueños Rotos 4, y leyéndolo ya se entiende que en realidad lo que hago es pedirte que no me dejes... aunque en la realidad me dejaste hace 4 meses.

Recibí una extensa carta explicándome bien los por qués de esa decisión y si los hubieras explicado así desde el principio, quizás no habría tanto drama... o eso, o el saber que de veras las cosas te están yendo "no-tan-bien" me hace sentir mejor (porque por lo que ví, estás aprendiendo y logrando lo que deseaba para ti en ese viaje) o culpable (porque fue lo primero que desee cuando me diste la estocada maestra).

Mi amenaza por escrito de desvincularme de ti, parece que caló y regresan los gatos y respuestas a mi FB, pero, siendo realista, como tu mismo escribiste, no sé hasta cuando pueda (podamos?) sostener esto.

Como nota curiosa, a veces peleo contigo mentalmente... pero no contigo. Hay otra persona que te suplanta en las peleas.

Música.

Yo trato de ser open mind (aunque la vejez me está dando lo que es duro, oiga?) y puedo valorar muchos tipos de música.

La música hace parte de todas las relaciones humanas y en especial de las relaciones amorosas y la nuestra no fue la excepción.

Aunque, siendo sinceros, fue una relación de una sola vía.

Yo aprendí a escuchar y de hecho a valorar tu música: Amo a Marilyn Manson al menos tanto como tu (bueno, no tanto, nunca le gasté un disco original), amo a Apocalíptica, a Mike Patton, a Ghost...

Tu en cambio nunca escuchaste conmigo música típica, Mecano o Estados Alterados, Charly García, Grupo Niche, vallenatos (aunque te dediqué uno por ahí) o Andrea Bochelli.

A pesar de eso, la música siempre estuvo presente en nuestra historia, nos arrullaba los sueños, ponía banda sonora a nuestro amor.
Pocas cosas me hacían más feliz que oírte cantar. A veces juntitos en cama te decía "cántame" y lo hacías con injustificada vergüenza, pues tienes una linda y cultivada voz de tenor. Casi siempre elegías canciones de Manson, las mismas que tocabas en tu piano, una y otra vez. Envidié siempre tu arte, tu habilidad. Yo solo sabía bailar. Y mal.
"Fundamentally Loathsome" y "The Speed of pain" las canciones de Manson que sintetizaban nuestra relación. Las canciones que soñaba bailar contigo el día de nuestro matrimonio, escandalizando a toda la familia.

He borrado la carpeta "I'l Mucistici" de mi reproductor, y con ella las miles (1.329 exactamente) de canciones que me hacen llorar por tí, como esa última que dejé como despedida en tu FB.
Un osito de peluche de taiwan y Limón y Sal
Luz de Luna
Valió la pena (esa nunca te gustó)
Mi niña bonita (Me hiciste una versión llamada "Mi gata Bonita". Oírtela cantar por teléfono fue una de las experiencias más enternecedoras de mi vida... ahora me pregunto si escuchaste la letra con atención, si la sentiste)
My curse. Oh! My course! esa canción. La que primero dio titulo a este blog, hace ya como 7 años, cuando me terminaste la primera vez.
Your body is a wonderland
higher e invincible
Jester's Dance y los cantos gregorianos
Street Figthing Man
... On melancholy hill... la última canción que me dedicaste hace tan solo un par de meses...
Donde me decías que me extrañabas, que era duro vivir sin mi...
Y es tan duro vivir sin ti
Por favor, contesta mi carta...
No me dejes sola...
Estos meses sin ti trataba de hacerme fuerte y no pensar en ti, no quería enviarte dolor y pesadumbre, siempre pensaba en ti con alegría, te deseaba lo mejor y ahora no puedo, no puedo resistir el dolor..
pensaba cómo llegar hasta ti, quizás no hice lo suficiente, ¿dime por favor en qué fallé?
Quería hacer lo mejor para ti y no creía que eso se convirtiera...
si, en mi maldicion, la que te alejaría de mi...
Vuelve por favor
llévame contigo.
No me conviertas en una caja de música triste, por favor
por favor,
por favor...

"Big Girls Don't Cry" - Fergie

Este debería ser mi mantra ahora. ¿Sabes una cosa? en la letra de esa canción mencionan el Juego de Uno, nuestro juego favorito...