Sueños Rotos 9

Dolor.
Normalmente trato de ser estoica ante el dolor, casi no uso analgésicos y soporto lo peor de mi cuerpo (las amígdalas) apenas sin tomar nada más que tisanas de hierbas.
Y parte de la maldición femenina es andar con dolor a cada rato y si una es valiente, lo puede soportar con un "es que no es que duela tanto, es más fastidioso y ya" frase que yo repetía al menos una vez cada mes.
Y cuando estaba así, era una felicidad que fuera fin de semana, porque bastaba ir a tu casa, meterme en tu cama y desabrocharme los bluejeans... Y ponías tus manos, grandes y cálidas (tus manos siempre estaban calientes a menos que estuvieras enfermo) en mi estómago y tu calor me tranquilizaba. 
Tu sabías curar mis dolores, los físicos y también los mentales, los existenciales, los familiares...
Peluche de estómago evidentemente no enfermo
que se puede comprar aquí
Esta mañana traté de hacerlo yo: me recosté en mi cama y puse mis manos en mi cuerpo. 
Lo único que conseguí fue llorar.
Y no precisamente del dolor. No el del estómago al menos, el de un órgano situado un palmo más arriba en mi cuerpo y que está roto, al parecer.

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