hablaba con un antiguo amigo (con quien hubo un flirt en una época ya pasada) y ¿qué es ser sexy? es una actitud? piezas de ropa? lo que nos vende el mass-media o lo que se siente adentro?
Él no era la mejor persona para preguntarle, ya que además de vestir muy bien, ser listo y divertido y otras buenas prendas, obtuvo un alto ranking en "sexy o no" (lo que antiguamente era algo así como el "mercado de valores" del ligue, ahora obsoleto con Tinder y adopta un man, por ejemplo) entonces era su muy previsible respuesta de "es una combinación de todo".
Es este época de match y vagabundeos es difícil decir qué puede o no ser sexy y está clarísimo que la cosa es más individual, y que a medida que la vida corre, empiezan a atraernos coas que antes eran impensables.
Si empezamos con que "sexy" viene significando que nos atrae para tener sexo, el que diga que ha mantenido el mismo ideal toda su vida miente.
O tiene una mente muy cerrada.
Mi ideal masculino siempre fue Oliver Kahn, y lo único que tiene en común con mi actual pareja (además de dos ojos, dos brazos, dos piernas y cosas así) es que les gusta el mismo equipo de fútbol.
Ahora, me gusta el gato con botas.
Ya ven si mis gustos son bastante flexibles.
Y si además le sumamos que soy un As de Diamantes...
Por ejemplo, una de las personas de las que estuve más enamorada en mi vida, era bajito, barrigón y con una absoluta cara de tonto. Ojo, que de tonto solo tenía la cara, porque era una persona analítica, muy inteligente y talentoso. Es la persona con quien he tenido las conversaciones más elevadas y estar con él era un brutal estímulo para la mente... lo que causaba amplias sensaciones media docena de palmos más abajo de mi cerebro.
Eso me pasa por ser sapiosexual.
Recuerdo que siempre mencioné que los hombres de pelo en pecho no me resultaban atractivos (me da repelús ver fotos de Paul Stanley por citar un ejemplo) pero durante mi formación técnica caí rendida por un compañero al que no hubiera tenido ningún inconveniente en "sacudirle el tapete"
Por hablar de más repelús, también me rayan bastante las expansiones en la orejas y entre más grandes sean peor para su poseedor. Pero como soy una persona de excepciones, hago una con Dane Cross.
Y hablando de modificaciones corporales, todas en general me bajan la líbido. Empezando por los tatuajes. Entre más tengan y/o más grandes sean, peor para el candidato. Digamos que no los discrimino en otras áreas, pero para lo de ser sexy, claramente pierden puntos en picada para mi. Mi actual pareja tiene la piel inmaculada y el Monesvol sabe que lo agradezco.
Estoy perdidamente enamorada por ejemplo, de Mike Patton quien reúne varias características deseables para mi: abrumador talento, pecho liso y creo que es de los pocos músicos que quedan que no tiene tatuajes. Y le gusta la comida italiana. Un bono extra.
Una cosa curiosa es que siempre me gustaron (y me gustan) los pelirrojos (y la verdad, las pelirrojas también) pero en la única cita que he tenido con uno, me aburrí bastante y él conmigo. Había más química en un vaso de agua. Hervida.
Hay una serie de indispensables de amigas y conocidas como el brillo de los zapatos, manicura masculina o el tipo y marca del reloj que a mi me importan un átomo de bledo y en cambio entre más frondosa tenga la barba peor para el candidato a menos que sea papá noel (aunque ahora que lo pienso tampoco tendría sexo con el porque ajá)
Adoro por ejemplo que un hombre se perfume, pero dista de ser un Indispensable
Finalmente creo que la búsqueda de la "sexicidad" es un asunto individual que no deberíamos debatir (o peor aún, consultar) y que debe encaminamos a lo que nos haga feliz como esta graciosa escena de Posdata te amo
PD: después arreglo el link. Escribir y editar desde el celular es una completa porquería
Es este época de match y vagabundeos es difícil decir qué puede o no ser sexy y está clarísimo que la cosa es más individual, y que a medida que la vida corre, empiezan a atraernos coas que antes eran impensables.
Si empezamos con que "sexy" viene significando que nos atrae para tener sexo, el que diga que ha mantenido el mismo ideal toda su vida miente.
O tiene una mente muy cerrada.
Mi ideal masculino siempre fue Oliver Kahn, y lo único que tiene en común con mi actual pareja (además de dos ojos, dos brazos, dos piernas y cosas así) es que les gusta el mismo equipo de fútbol.
Ahora, me gusta el gato con botas.
Ya ven si mis gustos son bastante flexibles.
Y si además le sumamos que soy un As de Diamantes...
Por ejemplo, una de las personas de las que estuve más enamorada en mi vida, era bajito, barrigón y con una absoluta cara de tonto. Ojo, que de tonto solo tenía la cara, porque era una persona analítica, muy inteligente y talentoso. Es la persona con quien he tenido las conversaciones más elevadas y estar con él era un brutal estímulo para la mente... lo que causaba amplias sensaciones media docena de palmos más abajo de mi cerebro.
Eso me pasa por ser sapiosexual.
Recuerdo que siempre mencioné que los hombres de pelo en pecho no me resultaban atractivos (me da repelús ver fotos de Paul Stanley por citar un ejemplo) pero durante mi formación técnica caí rendida por un compañero al que no hubiera tenido ningún inconveniente en "sacudirle el tapete"
Por hablar de más repelús, también me rayan bastante las expansiones en la orejas y entre más grandes sean peor para su poseedor. Pero como soy una persona de excepciones, hago una con Dane Cross.
Y hablando de modificaciones corporales, todas en general me bajan la líbido. Empezando por los tatuajes. Entre más tengan y/o más grandes sean, peor para el candidato. Digamos que no los discrimino en otras áreas, pero para lo de ser sexy, claramente pierden puntos en picada para mi. Mi actual pareja tiene la piel inmaculada y el Monesvol sabe que lo agradezco.
Estoy perdidamente enamorada por ejemplo, de Mike Patton quien reúne varias características deseables para mi: abrumador talento, pecho liso y creo que es de los pocos músicos que quedan que no tiene tatuajes. Y le gusta la comida italiana. Un bono extra.
Una cosa curiosa es que siempre me gustaron (y me gustan) los pelirrojos (y la verdad, las pelirrojas también) pero en la única cita que he tenido con uno, me aburrí bastante y él conmigo. Había más química en un vaso de agua. Hervida.
Hay una serie de indispensables de amigas y conocidas como el brillo de los zapatos, manicura masculina o el tipo y marca del reloj que a mi me importan un átomo de bledo y en cambio entre más frondosa tenga la barba peor para el candidato a menos que sea papá noel (aunque ahora que lo pienso tampoco tendría sexo con el porque ajá)
Adoro por ejemplo que un hombre se perfume, pero dista de ser un Indispensable
Finalmente creo que la búsqueda de la "sexicidad" es un asunto individual que no deberíamos debatir (o peor aún, consultar) y que debe encaminamos a lo que nos haga feliz como esta graciosa escena de Posdata te amo
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