Fantaseando

Cualquiera que ve esa palabra piensa de inmediato en sexo. 

Sexo desenfrenado o kinky o no sé, algo loco.

Juntos fantaseamos mucho, pero no pensamos en sexo.

Siempre, desde que nos conocimos, fantaseamos juntos. 

Si mi memoria no falla, nuestra primera fantasía juntos fue irnos a España, cosa que tu harás pronto... y yo... yo te extrañaré, pues no iré contigo. 

También en algún momento fantaseábamos con ganar el premio nobel (a mi me toca en literatura, porque en qué mas... tu te ibas hacia la investigación...) y en el fantabuloso discurso que íbamos a decir. 

Rellene el globo con su fantasía, a la carta...

Una fantasía recurrente es ganar un enorme premio de lotería y con el... comprar la empresa donde trabajábamos (íbamos a cambiarle el nombre y a hacer parrandas con los empleados...), Otra era (es...) hacer fiestas muy locas, derrochar el dinero encendiendo los puros con billetes... volvernos locos con todo ese montón de dinero. 

Como ganarse la lotería es bastante difícil, una fantasía reciente es conseguir pareja con plata, eso si, siempre y cuando tenga un hermano/a para el otro, porque la gracias es compartir el dinero entre los dos. 

También pensamos en descubrir la clave secreta de la caja fuerte que tiene el jefe en el baño: ;) accionar las perillas en el orden adecuado y caería sobre los dos una lluvia de monedas brillantes... hasta ahogarnos. 

Todo por hablar. Solo hablar. 

Cuánto poder tienen las palabras dichas! 

Una frase mía: 

"El poder de la palabra es avasallador: puede construir mundos fabulosos en unos minutos y destruirlos en segundos..."

Siempre me ha encantado hablar contigo, porque eres de esas personas que tengo cerca que me obliga a usar partes diferentes de mi mente, ya sea en la esgrima verbal, en la argumentación, en la exposición de una opinión...

Estoy leyendo un libro de D. H. Lawrence del que saco un fragmento del porqué nuestras mutuas fantasías (y también las discusiones y desacuerdos) resultan ser tan importantes para mi:

"Hablar era la categoría suprema: el apasionado intercambio de conversación... Ninguna de ellas se había enamorado nunca de un joven a no ser que ella y él estuvieran verbalmente muy cercanos: es decir, a no ser que estuvieran profundamente interesados, que se hablaran. Qué asombrosa, qué profunda, qué increíble era la emoción de hablar apasionadamente con algún joven inteligente hora tras hora, continuar día tras día durante meses..."

Y bueno. 

Solo eso. 

Solo quería que supieras que no te has ido y ya te empiezo a extrañar, y el por qué de vez en cuando adoro quedarme contigo unos minutos de más, para seguir juntos...

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