La cama destendida

Nunca hemos hecho el esfuerzo mi amor de destender la cama, excepto esa primera y dulce madrugada donde supuestamente solo íbamos a dormir, pero la camiseta de fútbol, demasiado pequeña para mí, modificó los planes. Y eso que podría cambiarnos el rumbo de la vida tal como la conocíamos, lo hizo, pero no en el sentido que pensábamos en aquel momento.
Quizá todo empieza por ahí.
Cuando todo fue consumado (consumido, suelo decir) y te arranqué esa sábana para ver tu cuerpo totalmente desnudo (blanco sobre blanco) no pude creer tu belleza.
Sé que no son palabras que se dicen con frecuencia, pero de todos los adjetivos que se usan para describir un aspecto físico solo uno acudió a mi mente, (de la misma manera en que mientras me penetrabas solo podía llamar a dios, algo nada habitual en mi) y uso ese adjetivo casi (a veces se me sale con otras cosas) exclusivamente para describirte. Es prácticamente un nombre propio, y siempre que te lo escribo (bendita telefonía, que dice Drexler) lo hago con mayúscula inicial. Capital Letter para tí, mi amor.
Pero volvamos al tema inicial, que siempre, cielo, como los monitos, vivimos saltándonos a las ramas (y hablando de ramas... Me produjo inexplicable felicidad que te guste les Luthiers) en la conversación.
A veces me pregunto qué pensarán los mesoneros en los hoteles de todo el mundo (Lima, Santa María, Montana...) cuando nos ven llegar tomados de la mano a pedir un cuarto por horas y hablando de temas que no parecieran predisponer a la pasión.
No pareces un chico de alquiler (y yo, ni se diga) y creo que desde esa única noche del mago, nadie ha vuelto a creer (al menos a primera vista) que estamos enamorados. Pero seguro que la muy mayor y muy arreglada mujer del hotel en Lima notó que no somos una pareja casual.
Y ahí están las pruebas: siempre la colcha arrugada, pero nunca destendida, bastan unos jalones en las esquinas para que quede presentable, cambio de toallas y reponer el jaboncito que no siempre usamos. Es como una entrada a Pits hotelera.
Y que venga la siguiente pareja a darse amor. O al menos, el gusto.
Quizá un día deberíamos destender la cama, solo para darles tema de conversación o al menos, más que hacer.

"La cama destendida" - Original Banda El Limón
(Posiblemente la única canción de Banda que me guste en la vida, pero la letra me merece... El vídeo es otra cosa, pero me hace reir, lo que no es mal afrodisíaco)

Tengo ganas de sentir
Tu cuerpo pero sin ropa
Y encontrar las caricias
Precisas que te vuelvan loca
Pero voy a empezar por
Besarte primero en la boca
Poco a poco iré descubriendo
Lo que te provoca
Y te voy a mirar a los ojos
A cada momento
Para que puedas ver claramente
Todo lo que siento
Lograre llegar hasta tu
Alma con una caricia
Para que ya no puedas
Dejarme con toda tu vida
La cama destendida
La ropa tirada en el suelo
Y nuestros cuerpos cansados
Pero no acaba el deseo
Presiento que esta noche
La pasare en desvelo
Y tal vez cuando amanezca
Volvamos a empezar de nuevo...

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