Lecturas atrasadas

Desde siempre me ha gustado leer.

Para mi fue una maravilla la invención del libro digital,  pues gracias a ello puedo leer cosas inasequibles (libros viejos o que nunca llegan aquí), inaccesibles (económicamente hablando por lo general, aunque este país es el paraíso de los libros piratas) o simplemente raros.

Mi primer recuerdo de lectura es mi padre dándome un cuento de "la sirenita" con instrucciones de deshojarlo y recortarle las ilustraciones (muchos años después me enteraría que el padre de Sigmund Freud usó un truco similar para fomentar en él el amor a los libros) y el segundo mi hermano mayor leyéndome el cuento de Juan Soldado... Pero omitiendo el final para que yo buscara el libro y lo leyera.

Así que creo que debo a mi hermano (y al ejemplo de mi padre para quien los libros eran parte del mercado del mes) mi amor a la lectura.

Tengo un recuerdo de mi primer libro.

Logo de Editorial Bruguera, responsable de mis primeras lecturas:
"Juan Soldado" (en el libro "cuentos del siglo XIX) y "Ven, amada Mía

En mi casa había una alta estantería con libros (como las de los almacenes,  pero hay que decir que sería presuntuoso llamarla "biblioteca" pues también almacenaba ropa y otras cosas de uso más cotidiano) y mi padre solía poner en el piso superior algunos de ellos,  por lo que al placer de la lectura se sumaba la emoción de treparse hasta lo alto. Una vez allí solo cogía los libros y los miraba (no recuerdo haberlos leído).

Mucho tiempo después empecé a bajarlos para leerlos y recuerdo un pedazo de libro,  cuyo color de páginas y tipografía me hizo pensar en uno de los que había revisado,  que tenía portada naranja brillante y el sugestivo título de "ven amada mía" pero como no tenía ni portada (ni final) no lo supe sino hasta mas de diez años después,  que lo vi (con otra portada y de otra editorial) y al leerlo (esta vez completo: el fragmento que leí era la tercera parte) descubrí que tenía razón.

En mis tiempos no existía la "literatura juvenil" los libros o eran cuentos para niños o libros adultos y uno navegaba entre los dos extremos,  por eso, curiosamente, el libro que más leí en mi infancia fue el nuevo testamento (no me sé la numeración de los versículos,  pero conozco las historias y las puedo contar con propiedad).

Debido a ello,  ahora estoy en un boom de leer libros juveniles como "Harry Potter" y "los juegos del hambre",  como "bajo la misma estrella" y "3 metros sobre el cielo", como "divergente" y "las ventajas de ser invisible".

Y los que me faltan...

13 razones.

Eleanor y Park

El diario completamente verídico de un indio a tiempo parcial

Si decido quedarme

Entre otros...