Estoy pensando en dragones.
Más precisamente en la reproducción de los dragones.
Ponen huevos, así que imagino un nido redondo, enorme, infinitamente delicado, hecho de algún tipo de pelaje. Algunas hojas.
Y flores. Siempre veo flores allí.
El suave aliento del dragón lo mantiene tibio.
Allí se encuentran juntos, se lamen el hocico el uno al otro, agitan sus alas, usan sus garras para acariciarse, hacerse cosquillitas, sobarse la cabeza.
Unen sus cuerpos con suavidad y se balancean al ritmo de canciones que solo ellos conocen.
Así es su danza del amor, en ese nido oculto en lo alto.
Donde no hay lugar para princesas entrometidas, que solo encuentran las migajas de ese amor, caídas en la rivera...
Donde no hay lugar para princesas entrometidas, que solo encuentran las migajas de ese amor, caídas en la rivera...
0 Bienvenidos sus comentarios. Y sin captcha:
Publicar un comentario
No Comments... ¿o si?