Bueno, de hecho lo tenía, la persona que me lo dijo, el "quien" que lo usaba, me contó que era la transcripción fonética del nombre de no se quien, hijo de un miembro de una banda de metal.
Zayon fue uno de los tantos amores frustrados en mi vida.
Nos conocimos en el sitio donde estudiábamos, desde el primer día.
Él llamó mi atención porque era realmente un guapo muchacho: Algo así como la foto que está aquí al lado, lo que más sobresalía de su físico, era su barbita ligeramente pelirroja.
Hay hombres que se ven bien afeitados, pero terribles con barba y viceversa... Están también los pocos, muy, muy, muy pocos que sin barba se ven bien pero cuando dejan de afeitarse dos o tres dias, aumentan su atractivo a niveles insospechados. Y Zayon era uno de ellos.
Era, como cabía de esperarse de un jovencito de 19 años (teníamos la misma edad) tímido y encantador, con ciertos toques de audacia, que le daban más puntaje.
sabíamos que nos gustábamos, pero a él también le gustaban otras chicas (y a ellas él, que era un tipo muy atractivo) y creo que la edad, el sitio, su inmadurez... mil cosas conspiraron para que nada se diera entre nosotros.
Hubo algunos curiosos capítulos en nuestra historia, como...
...Un día que los compañeros nos encerraron en una alacena, con la intención de que nos agotáramos a besos, cosa que no sucedió...
... o como la vez que hicimos una salida recreo-cultural con los otros compañeros del curso y este caballero se emborrachó, lo que dio pie a que los compañeros le dijeran que tenían miles de fotos de nosotros besándonos, que cuánto daba para que no las hicieran circular (y eso fue muuuucho antes de las redes sociales ah!)...
...O esa vez que fuimos casi un mes a trabajar fuera de la ciudad, y él se accidentó y, desconsolada, fui a confortarle a su cuarto... Ya él se encargó de que lo confortara de la manera que más adecuada le parecía y todos los compañeros juran (hasta el día de hoy, supongo) que nosotros hicimos hasta fiestas ahí (si no les gustan los eufemismos, digamos que la apuesta fue "sexo ventiao'") pues su accidente en una pierna no le impedía mover otros "miembros"...
... De ahí recuerdo su frase final "ya no me duele nada" que fue, en su momento, enternecedora...
...O esa vez que nos enfadamos por una discusión tonta y de pura loca fui a buscarle a su casa y con tanto acierto me guió el instinto que, sin haber puesto nunca un pie en ella, infaliblemente golpeé a su puerta -y me abrió sin camisa, además...- sorprendiéndole...
Lo más curioso de esas situaciones es que todo llegó mucho más lejos en la mente de los compañeros que en la realidad, ya que nunca nos dimos siquiera un beso.
Terminamos los cursos y nos alejamos, cada cual su camino (aunque durante un tiempo trabajó conmigo en el sitio de las pasantías y se hizo echar, cosa por la que me puse furiosa con él).
A veces me pregunto qué será de su vida y si seguirá siendo ta atractivo, encantador y dulce como cuando le conocí...
Era, como cabía de esperarse de un jovencito de 19 años (teníamos la misma edad) tímido y encantador, con ciertos toques de audacia, que le daban más puntaje.
sabíamos que nos gustábamos, pero a él también le gustaban otras chicas (y a ellas él, que era un tipo muy atractivo) y creo que la edad, el sitio, su inmadurez... mil cosas conspiraron para que nada se diera entre nosotros.
Hubo algunos curiosos capítulos en nuestra historia, como...
...Un día que los compañeros nos encerraron en una alacena, con la intención de que nos agotáramos a besos, cosa que no sucedió...
... o como la vez que hicimos una salida recreo-cultural con los otros compañeros del curso y este caballero se emborrachó, lo que dio pie a que los compañeros le dijeran que tenían miles de fotos de nosotros besándonos, que cuánto daba para que no las hicieran circular (y eso fue muuuucho antes de las redes sociales ah!)...
...O esa vez que fuimos casi un mes a trabajar fuera de la ciudad, y él se accidentó y, desconsolada, fui a confortarle a su cuarto... Ya él se encargó de que lo confortara de la manera que más adecuada le parecía y todos los compañeros juran (hasta el día de hoy, supongo) que nosotros hicimos hasta fiestas ahí (si no les gustan los eufemismos, digamos que la apuesta fue "sexo ventiao'") pues su accidente en una pierna no le impedía mover otros "miembros"...
... De ahí recuerdo su frase final "ya no me duele nada" que fue, en su momento, enternecedora...
...O esa vez que nos enfadamos por una discusión tonta y de pura loca fui a buscarle a su casa y con tanto acierto me guió el instinto que, sin haber puesto nunca un pie en ella, infaliblemente golpeé a su puerta -y me abrió sin camisa, además...- sorprendiéndole...
Lo más curioso de esas situaciones es que todo llegó mucho más lejos en la mente de los compañeros que en la realidad, ya que nunca nos dimos siquiera un beso.
Terminamos los cursos y nos alejamos, cada cual su camino (aunque durante un tiempo trabajó conmigo en el sitio de las pasantías y se hizo echar, cosa por la que me puse furiosa con él).
A veces me pregunto qué será de su vida y si seguirá siendo ta atractivo, encantador y dulce como cuando le conocí...
Debo aclarar que, tristemente, ninguna de estas imágenes corresponde a Zayon, hacen parte del concurso "Barbas" que me encontré un día en Tumblr: http://barbasbarbasbarbas.tumblr.com/
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