Para Wong Foo, Gracias por todo, Julie Newmar

Carátula del DVD
Hay muchas clases de películas y por tanto, hay muchos temas que tratan las películas.
El amor, la superación, las biografías...
Una de ellas es la que trataré en este post.
Una película de gays, de travestis, cuyo tema sin embargo es muchísimo más profundo.
Tanto, que es protagonizado por tres actores muy machos: Patrick Swayze (Ghost, Dirty Dancing entre otros) como la elegante Vida Boheme, Wesley Snipes (Blade, El Demoledor) en el papel de la explosiva Noxeema Jackson y finalmente John Leguizamo (Moulin Rouge, Carlito's Way) como la dulce e ingenua Chichi Rodríguez.
Como fue estrenada en 1985, época en que las películas de travestis no eran especialmente promovidas, no como  ahora, que casi toda serie o película debe tener al menos un gay para cumplir la cuota, no fue especialmente conocida, aunque tuvo buen recaudo en taquilla.
El nombre de la película es largo, y corresponde a la dedicatoria de una foto de Julie Newmar que se roban de un restaurante y que llevan como amuleto en su travesía.
Respeto mucho la decisión de un actor varón de vestirse de mujer, y más si trata la película con seriedad y no hace una burla de las personas que han decidido que esa es su opción de vida.
La foto de la escultural Julie Newmar
El reto debía ser interesante, pues para el papel de la refinada Vida se presentaron actores como Viggo Mortensen, Mel Gibson y Gary Oldman.
La trama es simple: las chicas participan en un concurso regional de Drag Queens donde resultan ganadoras (por empate) Vida y Noxeema, con lo que reciben de manos de Ru Paul los pasajes de avión para participar en el concurso nacional.
Saliendo del concurso se encuentran a Chichi, desolada por no ser ganadora, por lo que la gentil Vida decide acogerla bajo su ala y llevarla al concurso y de paso, mejorar su estilo y su actitud, para que deje de ser un "muchachito con faldas" y sea una real Drag Queen. Como su presupuesto no les da para viajar en avión, se compran un Cadillac de segunda y viajan camino a Hollywood, pero como las peripecias no les ocurren en el auto, pues no clasifica a Road Movie.
Durante su travesía viven diversas situaciones que les dejan a ellos y a quienes están a su alrededor diversas lecciones.
Y a eso iba.
Esta película no es de travestis ni de gays, tiene tantos mensajes de fondo que mi conservador papá se la vió sin criticar ni rechistar, porque la aceptación del otro, el respeto por la propia personalidad, la autoconfianza, el logro de los sueños y tantas otras cosas inmersas en el tema, son universales.
Una película entretenida (las actuaciones son muy buenas) y si se está dispuesto a no tener prejuicios y sacarle el disfrute es una buena opción para verla.

Buzz & Jessie

Casi todas las películas tienen una relación romántica, así sea marginal, dentro de su trama. Y no siempre es entre los protagonistas.
Acabo de repetir por vez numero 1.000 quizá, Toy Story.
En esta saga (que ha sido tratada con extremo cuidado para no dañarla) a partir de la entrega 2 aparece Jessie, la vaquerita, quien contra todo pronóstico no es el interés romántico de Woody, (él estaba enamorado de una pastorcita llamada Betty, que no pasó de la película 2) sino de Buzz Lightyear, el guardián espacial.

No sé por qué adoro a esta pareja.
No importa si sus profesiones son un poco disimiles (aunque ambos son defensores de la Ley, cada uno a su manera y en su sitio, eso está claro) y es absolutamente irrelevante que Buzz sea más bajo que Jessie (solo he conocido a UN solo hombre que no está traumatizado con su escasa estatura... digamos uno y medio).
No importan los traumas de Jessie (su temor al abandono y su claustrofobia, la que, aparentemente, se supera en Toy Story de terror) y los que pueda tener Buzz (lo de que Zorg sea su padre -si es que le hizo mella-, lo de ser un juguete y no un héroe y los que vengan adicionales).
Desde que se vieron por primera vez hubo química, o para ser exacto, a Buzz le gustó Jessie, lo que en todas las otras películas es evidente: aunque lo "reseteen" y lo borren, siempre a Buzz le atrae ella, aunque a veces deba reprimir sus sentimientos en aras del cumplimiento del deber, porque ante todo es un Guardián, como se ve en TS3 donde menciona lo linda que es Jessie aunque después la encierre, porque así cumple con su trabajo.
Más bien Jessie, se sorprende inicialmente con las atenciones de Buzz (seguramente que el amor en el salvaje oeste no debía ser muy tierno que digamos... Y más teniendo en cuenta que al parecer ella era la única chica del programa "woody roundup" pero nadie siente interés erótico-sentimental por ella)  y no está segura de corresponderle o no, pero al parecer si lo hace. En la parte 3 se vé como disfruta de "poner a Buzz en modo romántico".
Me gusta ver los dibujos de los fans de esta pareja, porque salen de las historias de la spelículas y nos muestran un poco de la vida de esta pareja (del dibujo "matrimonial" amé la manera como convirtieron el uniforme del guardián espacial en un traje de gala, el que, de hecho, usaría si se casara).
Si tienen o no sus "muñequitos" (que nunca tendrán: no solo son juguetes sino que en las películas para niños nadie se reproduce... aunque la cigüeña podría hacerles el favor), dónde viven, cómo se pelean (y por qué!) y cómo se reconcilian y un sin fin etcétera de su vida diaria.
Y además, tratan de develar uno de los grandes misterios de las películas: De qué color es el cabello de Buzz ;)
Seguiré viendo las series y esperando las nuevas (está prevista una "TS4" para el 2017, ya veremos) para saber qué pasa con esta linda pareja y por supuesto, con los demás personajes.
* Clic en las imágenes para verlas en tamaño grande. Y lamentablemente ninguna es mía.

Sweet Sayonara

El título del post es por esta canción: Sweet Sayonara:
No estoy segura de que sea la canción adecuada porque voy a hablar de venganza.
Dulce Venganza.
Me gustaría decir que soy una persona bondadosa y dulce, pero tampoco es que me pase de pendeja, y aunque creo en la ley del karma ("la vida sola se equilibra" dice Santiago Cruz) efectivamente, un par de veces me he vengado de quien me haya hecho daño.
Relataré una de esas ocasiones:
Hace ya años, tuve un novio, que hacía parte de las fuerzas armadas de mi país y era oriundo de un pueblo pequeño, entre otros inconvenientes menores.
El asunto fue complicado: yo trabajaba en el casino* del lugar donde él trabajaba como guía canino. Es decir, dejaba "estacionado" su perro pastor alemán (cuyo nombre no logro recordar) a la entrada y luego procedía a consumir su comida, donde me encontraba casi siempre (si no estaba en la parte de atrás lavando platos, labor que curiosamente me encantaba) y aprovechaba para lanzarme risas coquetas y miradas.
El asunto es que también lo hacía con una de mis compañeras (quien atendía mientras yo lavaba los platos), aspirante a "amiguis" mía.
Después de una largo "tira y afloja" resultamos saliendo un poco en serio y en esas duramos quizá un par de meses; En tanto y de una forma extraña, ya que no lo dijimos ni nos pusimos de acuerdo, mi compañera-amiguis y yo dejamos de frecuentarnos y nos alejamos.
Refería su profesión y procedencia como inconvenientes, que si bien al principio fueron menores, después se incrementaron: por su profesión era machista y sobrador y por su procedencia, sus ideas sobre lo que debían hacer, decir, pensar y actuar las mujeres eran simplistas y muy poco adecuadas a una chica independiente como yo era.
En este estado de cosas, casualmente, tuve que presentar una entrevista de trabajo (que será tema para otro post) cerca al sitio donde mi mencionada amiga vivía, y mi madre (que me acompañaba) insistió (ignorante de los hechos) en que la visitáramos, y después de pensarlo, cedí.
Cedí porque me puse a pensar "Y... bueno, este hombre está es conmigo, ¿no? entonces yo no debería guardarle rencor a ella porque también le estuvieran coqueteando..."
Y a la casa le llegamos.
Después de los besitos de rigor, ella le insistió a mi madre para que me dejara quedar a merendar en casa, a lo que accedió... y nos dejó solas para hablar de nuestros asuntos.
O "Nuestro Asunto" para ser más precisas.
Porque si, en esa conversación supe que el asunto era nuestro.
Al tiempo que se acostaba conmigo, ya estaba saliendo con ella.
Creo que para él fue difícil de manejar que no "me hiciera del rogar" para pasar por la cama (típico pensamiento machista y pueblerino) y que además mostrara insospechado entusiasmo en la faena (Por ejemplo: hubo una vez en que habiendo terminado la sesión, cuando se dio la vuelta para dormir, empecé la besarle la espalda y se levantó de la cama mirándome espantado, como si se le hubiera aparecido Satan en ligueros o algo así...) fue poco más o menos, aterrador.
(pequeño paréntesis: traumas sin fin me causó esa actitud, pero eso es largo de explicar)
Así las cosas, yo entusiasmada empecé a contarle a la amiguis lo de este hombre (omití la parte de la cama: eso no era asunto suyo) y ella me escuchó con paciencia ejemplar y después me soltó la bomba: también ella estaba saliendo con él... lo que pasa es que ella si sabía que este personaje estaba saliendo conmigo (lo que no sabía era que ya, poco más o menos, nosotros éramos pareja)...
Yo, magnánima, le dije que si quería arreglábamos las cosas para que ella siguiera con él (a mi no me interesa seguir con un tipejo que me hace semejante jugada) y que yo hablaría con él, pero ella, revanchista, dijo que no, que este hombre no se podía tampoco ir de rositas y que todo tan tranquilo... Así que cogió el teléfono y lo llamó, melosa (mientras yo escuchaba por la extensión poniendo cara de convidado de piedra) para proponerle salir el fin de semana.
Mientras ellos salían ese domingo (el fin último de ella era que él la invitara al apartamento que compartía con sus roomates, también de las armadas) yo me armé de mis arreos de batalla y tempranamente fui al lugar convenido... encontrándome con su mejor amigo (que con él habría algo que contar y que quizás mencione en otro post) que, aterrado, hizo hasta lo imposible para sacarme de la casa antes de que el joven en cuestión apareciera con su nueva conquista, (Fernando, se llamaba) porque era un tipo leal y por supuesto, iba a encubrir a su amigo como fuera... Con lo que no contaba (el futuro ex-novio) es que también yo me había ganado la lealtad de Fernando y le puse las cartas sobre la mesa:
- Te prometo no armar una escena, solo quiero dejar las cosas claras, porque no es justo que este tipo me la esté jugando así (y también a ella, por cierto).
Y el pobre cedió, así que me senté en la cama del futuro ex a esperar que aparecieran.
Imaginen el susto del tipo cuando timbra en su casa y quien le abre la puerta soy yo.. que encima, abrazo a su nueva conquista y le digo que tengo mucho que contarle...
Lástima, yo estaba de espaldas a él, porque hubiera dado un trozo de hígado por ver su faz demudada. Cuando lo vi, solo quedaba una intensa palidez, pero ya había controlado su expresión.
Después me encerré un rato con él en su habitación y le dije que me parecía el colmo lo que me había hecho (yo me había portado lealmente con él, pese a tener a Fernando ahí... es un tema largo, que quizás, contaré en otro post) y que ahí le dejaba su oxígeno.
Como es de esperar, la mala del paseo salí siendo yo, el tipo rajó de mi a gusto y ahí se quedó con su niña...
Que ella me hubiera "robado" el novio, realmente no afectó mucho nuestra relación (la rata era él, al menos a mis ojos) pero...
Unos meses más tarde, celebró su cumpleaños con una super fiesta en su casa (con novio a bordo, por supuesto) y donde, al día siguiente fue a recogerme mi hermano...
Ay qué gusto tan malsano me dio cuando me enteré que ella le había puesto los cuernos a su flamante novio (llevaban dos meses) con mi hermano... Pero eso si terminó con nuestra amistad, porque, a esas alturas, yo ya sabía el ella no era trigo limpio, cosa que efectivamente demostró cuando, dos meses después (y demostrando una increíble regularidad) le puso los cuernos a mi hermanito, rompiéndole el corazón.
Hice muchas cosas y sacrificios por este tipo, desde resistirme a las ganas que le tenía a Fernando, hasta caminar 20 kilómetros para ir a su casa, porque no tenía ni para el transporte público, entre otras cosas.
Al final si fue un Sweet Sayonara, yo no le guardo rencor (que es muy diferente a que no recuerde para toda mi vida la que me hizo: no solo me adorna la cabeza sino que encima denigra de mi: antes salí a deberle) y, la vida misma se la cobró (que los cuernos de la damita le debieron pesar y más si tuvo la inteligencia de compararle conmigo) así que, yo diría, quedamos empatados.
Y eso es todo, al menos sobre este tema.

*Acá se le llama también "casino" al restaurante de los edificios de las fuerzas armadas, como batallones o  campamentos. vaya usted a saber por qué

Zayon

Haga clic para recrear el ojo...
Un nombre tan sin sentido....
Bueno, de hecho lo tenía, la persona que me lo dijo, el "quien" que lo usaba, me contó que era la transcripción fonética del nombre de no se quien, hijo de un miembro de una banda de metal.
Zayon fue uno de los tantos amores frustrados en mi vida.
Nos conocimos en el sitio donde estudiábamos, desde el primer día.
Él llamó mi atención porque era realmente un guapo muchacho: Algo así como la foto que está aquí al lado, lo que más sobresalía de su físico, era su barbita ligeramente pelirroja.
Hay hombres que se ven bien afeitados, pero terribles con barba y viceversa... Están también los pocos, muy, muy, muy pocos que sin barba se ven bien pero cuando dejan de afeitarse dos o tres dias, aumentan su atractivo a niveles insospechados. Y Zayon era uno de ellos.
Era, como cabía de esperarse de un jovencito de 19 años (teníamos la misma edad) tímido y encantador, con ciertos toques de audacia, que le daban más puntaje.
sabíamos que nos gustábamos, pero a él también le gustaban otras chicas (y a ellas él, que era un tipo muy atractivo) y creo que la edad, el sitio, su inmadurez... mil cosas conspiraron para que nada se diera entre nosotros.
Hubo algunos curiosos capítulos en nuestra historia, como...
...Un día que los compañeros nos encerraron en una alacena, con la intención de que nos agotáramos a besos, cosa que no sucedió...
... o como la vez que hicimos una salida recreo-cultural con los otros compañeros del curso y este caballero se emborrachó, lo que dio pie a que los compañeros le dijeran que tenían miles de fotos de nosotros besándonos, que cuánto daba para que no las hicieran circular (y eso fue muuuucho antes de las redes sociales ah!)...
...O esa vez que fuimos casi un mes a trabajar fuera de la ciudad, y él se accidentó y, desconsolada, fui a confortarle a su cuarto... Ya él se encargó de que lo confortara de la manera que más adecuada le parecía y todos los compañeros juran (hasta el día de hoy, supongo) que nosotros hicimos hasta fiestas ahí (si no les gustan los eufemismos, digamos que la apuesta fue "sexo ventiao'") pues su accidente en una pierna no le impedía mover otros "miembros"...
... De ahí recuerdo su frase final "ya no me duele nada" que fue, en su momento, enternecedora...
...O esa vez que nos enfadamos por una discusión tonta y de pura loca fui a buscarle a su casa y con tanto acierto me guió el instinto que, sin haber puesto nunca un pie en ella, infaliblemente golpeé a su puerta -y me abrió sin camisa, además...- sorprendiéndole...
Lo más curioso de esas situaciones es que todo llegó mucho más lejos en la mente de los compañeros que en la realidad, ya que nunca nos dimos siquiera un beso.
Terminamos los cursos y nos alejamos, cada cual su camino (aunque durante un tiempo trabajó conmigo en el sitio de las pasantías y se hizo echar, cosa por la que me puse furiosa con él).
A veces me pregunto qué será de su vida y si seguirá siendo ta atractivo, encantador y dulce como cuando le conocí...

Debo aclarar que, tristemente, ninguna de estas imágenes corresponde a Zayon, hacen parte del concurso "Barbas" que me encontré un día en Tumblr: http://barbasbarbasbarbas.tumblr.com/