Manual para la soledad

(Aclaración necesaria: Este post lo empecé hace más de un año y no lo terminé (revolcarme en recuerdos tristes me ponía peor). Y aunque la situación ha cambiado -se supone que ya no estoy sola- igual lo terminaré, porque no se sabe qué pueda pasar en un futuro...)

Estoy sola.

De nuevo sola después de mucho tiempo sin estarlo.

Pero ya me había pasado antes.

Llevo ventaja en que al menos, no tengo roto el corazón, lo que no es nada despreciable.

El amor es un gran lío.

Y no lo digo solo por el mío, sino por amigas (amigos también) que he visto enredados en estos problemas.

Estoy pensando (ahora que tengo cabeza fría y la vaina) qué podría necesitar uno para estar solo.
No para pasar una tusa, sino para estar solo. Y es solo, no saltando de cama en cama y de amorío en amorío.

"Para mi truco de hoy, necesito un corazón solitario..."
Hagamos pues mi manual para la soledad, o al menos qué se necesita para pasarla mejor.
1. Mastúrbate

Ya había escrito respecto a la masturbación, así que no entraré en muchos detalles del tema, pero en estos casos, hay que echarse mucha manita una misma, porque por puras ganas se termina en problemas.
La sociedad patriarcal y hasta la misma cabrona madre naturaleza, conspiran para lograr que para una mujer el sexo sea peligroso: no solo por el nada despreciable asuntito del embarazo y el parto (ni hablemos del riesgo de un aborto) sino que es mucho más posible que un varón le trasmita una ITS a una chica que el caso contrario (cabrona madre naturaleza, no les dije?).
De modo que sugiero poner en práctica todos los consejos de esta excelente página y de paso, comprarse un vibrador discreto.
Métanse mano y evítense problemas, de veras, que he visto mujeres fuertes arrodilladas y llorosas solo porque el tipejo de turno les resultó buen polvo y después de comérselas se hace del rogar.
Mojigata, santurrona y tonta. Digan lo que quieran, pero meterle sexo a una tusa es lo peor que se puede hacer, al menos desde mi experiencia, porque si, ya pasé por eso también.
2. Come

Que no es del caso caer en la anorexia, la bulimia y otros trastornos alimenticios porque el mancito  (también la nena, aunque los varones tienden más bien a alcoholizarse) se largó. Se sorprenderían de saber cuantos de estos trastornos empezaron por una desilusión amorosa, que se convirtió en depresión y el resto, como dicen, es historia. O quizás, histeria.
Que ahora, tampoco la idea es cebarse como lechón navideño, pero comer un chocolate de vez en cuando o tomar unas cervezas y pizza con los amigos, contribuirá bastante a levantar el ánimo.
Además, intentar cocinar es toda una terapia.
Por experiencia propia sé que hacer cosas que no se acostumbraba hacer con la pareja ayuda bastante, así que si nunca le ha metido mano a una cacerola, este puede ser el momento de tratar de no quemar un café y aprender un par que cositas, que, sin duda, servirán para la próxima víctima.
3. Haz ejercicio

Dios bendiga nuestras hormonas, esas que circulan por nuestra sangre y hacen que suban o bajen nuestros estados de ánimo.
El ejercicio las hace moverse, mejora nuestro ritmo cardíaco y nuestro estado físico.
lo menos, nos pone a pensar en algo diferente, así no sea sino en cómo se le flexionan los biceps al tipo X en el gimnasio o lo terrible que se ve Y con esa sudadera.
Con un adicional: La música.
La música de Gym es rítmica y repetitiva (te hipnotiza y terminas no pensando en nada) y es alegre y movida (nunca estás triste si oyes cosas como Circus - a mi me encantaba oírla en el gym- porque automáticamente te ponen mejor)
Correr, caminar, nadar... "♫Suda el Jamón♪" como dice la canción. Una amiga Twittera lo resumía diciendo "lo mejor que de que termine una historia de amor es bajar un montón de kilos y quedar hecha una mamacita".
Y si.
No está mal para el ego ni para el espíritu.
4. Mueve tu mente
Del mismo modo como se debe mover el cuerpo, se debe mover la mente.
Las mujeres, expertas en armar películas, podemos competir con cualquier realizador en armar dramas dignos de telenovelas... digamos, coreanas, que es lo que está de moda ahora, suplantando a las mexicanas y venezolanas, que están medio out.
Juega juegos, arma rompecabezas, llena crucigramas, aprende un nuevo idioma, una nueva receta....
Lee libros nuevos, escribe (dí tú, en un blog.... ), dibuja, pinta...
Del mismo modo como se debe ejercitar el cuerpo para que las benditas hormonas nos circulen, se debe mantener ocupada la mente para que no piense en lo que no debe pensar.

5. Coquetea
Es difícil pensar que alguien, después de una separación amorosa, desee tan siquiera mirarnos, y para empeorar las cosas, una suele estar hecha una ruina, con los ojos colorados y la nariz hinchada, pero pasa. A una la miran.
No es el caso, como ya dije, saltar a otra cama, ni que "un clavo saque otro clavo", pero coquetear, disfrutar de nuestra feminidad y ver que no es cierto que "ese" era el único y último ser sobre la tierra que nos iba a prestar atención puede hacer mucho bien.
Además, se pueden conocer personas que aunque no terminen dejando sus zapatos una noche bajo nuestra cama, si pueden enriquecer nuestra vida.
Désen el chance. Echen una miradita alrededor y dejen caer una sonrisa sin compromiso. Quién sabe qué pueda pasar.
4. Reactiva las amistades
Uno de esos errores clásicos que comete una al emparejarse es aislarse en su mundo privado y delicioso con su pareja... y dejar de lado a los amigos.
Ellos, como es natural, comprenderán, pero llega el momento en que de plano dejan de prestar interés en ti, en tu vida y en lo que te pase.
Lo malo es que cuando la historia se termina, uno acude a ellos como si nada hubiera pasado, y algunos se resienten de tal actitud.
Pues ni modos, has metido la pata y como el principal succionador de tu tiempo y energías se ha ido, te queda espacio para disfrutar con otros, cambiar de espacios y actividades y volver con al gente que, a pesar de todo, te ha sido leal.
5. Disfruta de tu familia

A veces uno se mete tanto en una relación amorosa que hasta la familia sale sobrando. Eso explica que al momento de la separación, uno se encuentre más solo que la una, y no porque la familia lo abandone a uno (es lo único que nunca falla salvo ciertos horribles casos) sino porque una se ha centrado tanto en ese personaje que su familia se le vuelve un amasijo de completos desconocidos.
Se le crecen los sobrinos, cambia de novia el hermano el papá compra televisor, la madre se gradúa de jardinería... Y de todas esas cosas uno se perdió por andar a la zaga del Aquel.
Pues ya que se ha extinguido de tu vida, recupera tu familia, compra un juego de scrabble, Uno o Pictionary, hasta un parqués, lo que sea para poder reunirte con tu familia, pasar un buen rato y olvidarte de los problemas. Recupera a aquellos que nunca te han dejado de querer.
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Y bueno, creo que esto es todo y si alguien quiere agregar algo más, para eso está e cuadrito de comentarios anónimos y sin captcha :D