A veces la vida nos juega travesuras.
A veces jugamos con la vida.
En los caminos de la vida perdemos cosas, y a veces -solo a veces- las volvemos a hallar.
Alguien, hace un tiempo me escribía lleno de dolor -y por qué no? de rabia-, que me regresaba la parte de mi corazón que le había entregado, pero -en un canje totalmente injusto- yo podía quedarme con la parte de su corazón que una vez me entregó. Palabras más palabras menos "haz contribuido a agrandar más el vacío en mi pecho".
Con esas palabras -y cómo no?- lo que hizo fue clavar una pequeña espina en mi corazón. Una espina tan pequeña que podía ser, casi siempre, casi imperceptible. Casi.
Sorprendentemente, he vuelto a hallar algo perdido. No a esa persona, ni a su amistad, su cercanía... eso, al fin y al cabo, nunca lo perdí, sino su medio de comunicación.
Y eso es muy valioso para mi.
Tanto que pese a este largo párrafo, no hallo las palabras para describir lo que siento por haber hallado eso de nuevo...
La imagen me lo sugiere: lo que he encontrado es ese pedazo de corazón perdido, es un camino para regresar a el ovillarme de nuevo en su interior, y dejarme mecer por sus latidos, por su calor...
La imagen es la portada del disco "Lost and found" de Elan
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