Se le olvidó la casa de barro de dónde salió y no precisamente gracias a su esfuerzo.
Y ahora se da el lujo de mirarnos a otros por encima del hombro.
Suscribirse a:
Enviar comentarios
(
Atom
)
0 Bienvenidos sus comentarios. Y sin captcha:
Publicar un comentario
No Comments... ¿o si?