Manual del buen deudor


Tengo fama entre mis conocidos de ser alguien que maneja bien el dinero y al mismo tiempo, tengo fama de tacaña irredenta. No sé si lo uno vaya con lo otro.
Era la única que al llegar el fin del periodo de pago no estaba en la completa quiebra, raspando el fondo de la olla.
Tal vez las raíces de eso están en cómo vi la economía de mi familia ir decayendo, como pasábamos de una situación relativamente desahogada a empezar a tener muchos problemas de dinero. 
Muchos de esos líos no me tocaban a mi directamente (yo era muy pequeña para eso) pero sus consecuencias si me afectaban, y dentro de ellas está el que tuve que empezar a ganarme la vida desde joven. No tanto como mi hermanito, que siempre ha sido un emprendedor con relativa fortuna, pero si lo bastante joven como para saber que el dinero cuesta mucho ganarlo y conservarlo es una buena idea.
Y claro, cuando tienes dinero y los demás no, y encima tienes cara de pendeja buena persona, pues te piden dinero prestado.
Deudas
¿quien no las ha tenido?
Y uno, la verdad, hasta se siente feliz de ayudar a las personas a su alrededor, pero... en asuntos de dinero la cosa es bien complicada. Al parecer las personas creen que si les prestaste dinero es porque puedes prescindir de él eternamente, y te dicen ¿me prestas? en vez de pedir de una que se los regalen. Hay que tener la cara muy dura para eso... pero en mi experiencia la gran mayoría de la gente la tiene.
Pero claro, yo sé que a veces hay que pasar por el trance de pedir prestado. Es casi imposible ir por la vida sin deberle nada a nadie.
La última vez que tuve que hacerlo, fue para pagar los derechos del pregrado y casi me mato para pagarlos cuanto antes, primero que todo, porque me los prestó Neo (y lo último que voy a hacer en mi vida es arruinar una amistad de varios lustros por dinero) y segundo, quería graduarme sin deudas pendientes. Lo logré.
El problema no es pedir dinero, ya he dicho que nadie se libra, el problema es no ser responsable cuando se hace y a veces ni siquiera es ser "responsable" sino... no sé. Consciente, quizá.
(Soy una maldita diciendo esto, pero los que suelen pedir nunca tienen para prestar, entonces nunca han estado en los zapatos del que presta... Ni siquiera caen en cuenta de en qué la están embarrando).
Así que yo, que he sido una excelente deudora y que soy una persona que tiene menos de media docena de personas a las que está dispuesta a prestarles dinero (Mi papá, mi pareja y Neo entre ellas) les tengo el manual de cómo ser un buen deudor y no un cabronazo que el día en que de veras requiera ayuda, todo el mundo le va a voltear la espalda:
* Cuide sus finanzas. Trate hasta donde más sea posible de no endeudarse. Prívese de lujos y zarandajas, limite (o elimine) las tarjetas de crédito y no compre a plazos. Y hasta donde sea posible no acuda a casas de empeño o préstamos gota a gota, que desangran el presupuesto. La mejor manera de manejar las deudas es... No tenerlas.
* Y dentro de esto: si quiere darse un gusto o un lujo y no tiene cómo pagárselo, no se lo dé. No sea tonto. Por pedir prestado, crédito, adelanto o lo que sea, se endeuda, se tira el presupuesto del mes, descuadra las finanzas... Y ojo que hablo de lujos, como comer fuera, asistir a un evento o comprar ropa, no hablo de comprar un electrodoméstico o una necesidad inesperada que a todo el mundo le puede surgir.
* Ni modos. Por las razones que sean, tocó pedirle el favor a algún conocido: pídale el dinero con tiempo (no lo ponga a correr por hacerle el favor, tras del hecho).
* Cuando vaya a pedir prestado, reflexione con cuidado y dele a la persona que le hace el favor una fecha en la cual le pagará la deuda. Esto es importante para que el prestamista sepa que usted es una persona seria y para que no le ande cobrando a cada rato, lo cual es mortificante para el que cobra y fastidioso para usted.
* Olvídese de los lujos y gasticos de placer hasta que pague. En serio. Si pactó una fecha, haga lo posible y de ser necesario hasta la imposible para cumplirla.
* No ande comentando en qué se gasta la plata en redes sociales. Nada hay que le empute tanto al que presta que ver que usted pidió prestado, que no ha pagado, pero está en fiestas, de compras, viajando, comiendo fuera... o sea, gastándose la plata que le prestaron (Puede que no sea así, pero así lo ve el que le presta) en pendejadas... porque si le alcanza para eso, no tendría que haber pedido prestado, ¿cierto?.
* No evada a la persona que le prestó, no sea desgraciado. Dé la cara. Y cuando se vean, recuérdele que le debe plata, así el prestamista siente que usted lo tiene presente y no va a tener que estárselo recordando, lo que es bien canalla.
* Graves. Por lo que sea, ya se vio que no podrá cumplir la fecha pactada. En la fecha acordada (o antes si ya la vio muy complicada) comuníquese con su prestamista, véanse en persona y dele un abono. Lo que sea. Dependiendo de como esté la situación, pacte una nueva fecha de pago o...
* Acuerde pagar por cuotas. Cuando uno presta dinero, no le simpatiza que le paguen en cuotas (el dinero se vuelve humo y uno no se entera de en qué) pero eso es mejor que no tener nada. Y sea realista: si no fue capaz de reunir el dinero para la primera fecha, puede que tampoco lo logre a la segunda (a menos que haya hecho un abono muy razonable), así que por el bien de su crédito, pague, así sea de a poquitos.
* Si usted ha manejado su crédito con inteligencia, puede acudir a la jugada del bandido: abra un hueco para tapar otro: pídale a X para pagarle a Y. Este método es peligroso y obvio que con el segundo deudor debe cumplir lo mismo que para el primero, por lo que lo ideal es acudir a este método únicamente como recurso de emergencia y de ser posible, no volver a pedir la misma cantidad, sino haber abonado una porción razonable de la deuda.
* Bueno, las cosas salieron bien y usted pudo pagar a tiempo. Yo, que soy una perfecta tonta, nunca cobro intereses al prestar dinero y si la persona que le prestó tampoco lo hace, cuando pague la deuda tenga algún detalle de amabilidad por el favor: gaste una cerveza, invite el almuerzo, llévele unos chocolates...algo además de su sincera gratitud.
Si usted ha seguido mis consejos, gozará de un crédito impecable, siempre contará con sus amigos y... ojo: por cómo maneja uno el dinero, muchas personas miden el cómo maneja otros aspectos de su vida, como el profesional o el personal. Ahí le dejo esa inquietud.
Nada tiene que ver con deudas, pero siempre amé esta tarjeta
Suerte y prosperidad económica!

3 Bienvenidos sus comentarios. Y sin captcha:

  1. "* Si usted ha manejado su crédito con inteligencia, puede acudir a la jugada del bandido: abra un hueco para tapar otro: pídale a X para pagarle a Y. Este método es peligroso y obvio que con el segundo deudor debe cumplir lo mismo que para el primero, por lo que lo ideal es acudir a este método únicamente como recurso de emergencia y de ser posible, no volver a pedir la misma cantidad, sino haber abonado una porción razonable de la deuda."

    Decía un profesor en la universidad: "There's no free lunch"; es decir, no hay situación en la que pedir prestado a un interés X sea puente para ganarse un interés Y en otra deuda. Esa frase me hizo recordar que esa jugada puede dejar en la calle a quien la lleve a cabo.

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    1. Se puede? si. Es la mejor idea? no. Por eso recomiendo usarla como método de emergencia y no volver a pedir la misma cantidad, de lo contrario se vuelve un espiral de deudas sin sentido. Hay que ser muy disciplinado con eso. Por eso dije que la mejor manera de manejar las deudas es no tenerlas.
      Gracias por comentar!

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  2. SOY UNA BESTIA BORRE TU COMENTARIO POR ACCIDENTE!!! PERDÓN!!
    PERDÓN
    PERDÓN

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No Comments... ¿o si?