El Extraño se ha cortado su larguísimo cabello, dejándose una melenita tipo príncipe.
Es raro eso.
Y sigue igual de nervioso cuando estoy cerca: mira para todos lados y se coge el cabello -húmedo- de forma insistente.
Ni que lo fuera a robar, oiga.
Un don nadie, pero hagan de cuenta que así le quedó el pelo. |