Respecto al asunto que tienes entre... digamos, manos:
No es que no tengas grandes cualidades, porque vaya si las tienes: eres listo, atractivo (donde podría desgranar desde tu cabello pelirrojo hasta tu trasero de exposición), encantador (acertó nuestra común amiga al llamarte así...), comprensivo, paciente...
Lamentablemente pesan más las cosas negativas.
Como tu corazón de alcachofa: Repartes hojas a diestra y a siniestra, dejas que cualquiera meta mano en tu corazón, y lo único que haces es aderezarte para saber mejor; Ciertamente lo logras (...)
Basta este mínimo cambio en mí para encenderte y ni siquiera caes en cuenta que tu no has hecho nada (na-da!) para merecerme de nuevo (...).
Y empiezas a atacar como si la cosa fuera así, tan sencilla, tan simple... (...)
Ahora si, como si fuera fácil olvidar el dolor, y las lágrimas y los abundantes reproches (con música o sin ella) que me haces por no ser-pensar-actuar como tu esperas.
Aunque sé que a veces te muerdes los labios después de decírmelos. Eso, claro, cuando caes en cuenta.
Aunque sé que a veces te muerdes los labios después de decírmelos. Eso, claro, cuando caes en cuenta.
Porque sigues sin ser consiente de en qué la embarraste, en qué la sigues embarrando, aun. (...)
Entre otras cosas me resulta inquietante que definas tus sentimientos por mí como "amor" al tiempo que me restriegas que no te he dado ninguna (casi, ninguna) prueba de amor físico, y mientras dices que eso no es lo importante, la persigues con ansiedad de drogadicto y me robas un beso de forma impulsiva y abusiva, cuando era absolutamente innecesario.
Y más aun teniendo en cuenta que otra manifestación de afecto hubiera sido más adecuada
Y si, ¿por qué no?
más excitante.
No niego que me gusta jugar contigo, al fin y al cabo te defines roedor, y jugar con la comida puede ser parte de mi naturaleza, aunque deberías, talvez, saber que los gatos no se comen el 90% de la comida con que juegan.
Esta es la única que me ocurre para ti, por ahora:
No niego que me gusta jugar contigo, al fin y al cabo te defines roedor, y jugar con la comida puede ser parte de mi naturaleza, aunque deberías, talvez, saber que los gatos no se comen el 90% de la comida con que juegan.
La emoción es el placer de la caza, no el consumo.
Quieres música? Esta es la única que me ocurre para ti, por ahora:
No...
no soy como tu crees
No...
puedo perder el tiempo,
así...
voy a sentirme bien
fuera de mi camino
estoy enojada contigo...
0 Bienvenidos sus comentarios. Y sin captcha:
Publicar un comentario
No Comments... ¿o si?