Hace unos dias posteaba acerca de lo que me producĆa almorzar con una persona especial, y debido a ello, recordĆ© los alimentos especiales que he preparado para diversas personas que representaban algo importante en mi vida.
LOS PICNICS
Fuera de los familiares (donde se consumĆan enormas cantidades de coctel de camarones y galletas de soda o el clĆ”sico "paseo de olla") solo he hecho dos picnics en mi vida:
Una pĆ”lida imitaciĆ³n de picnic mas o menos a mis 20 para celebrar el cumpleaƱos de alguien que era importante para mi en Ć©sa Ć©poca y que ahora ni siquiera sĆ© si lo recuerda... Como era de cumpleaƱos (y yo tenĆa recursos bastante limitados) me limitĆ© a comprarle algo de beber y una pequeƱa (pero bellĆsima... para la Ć©poca, en que las pastelerĆas gourmet eran muuy escasas) tortica.
Lo llevĆ© a un parque pequeƱo y acogedor, reciĆ©n inaugurado en la ciudad y allĆ brindamos y celebramos... La verdad, no recuerdo si ello nos llevĆ³ al tan ansiado beso (creo que no), pero fue un ladrillo mĆ”s que puse para tratar de construir el camino que ¡por fĆn! nos llevarĆa el uno al otro. Como tantas cosas en mi vida, quedĆ³ en nada.
El segundo fue ya pasados los 28 para un aniversario mĆ”s con la persona por la que creĆ© este blog... este Ćŗltimo picnic si estuvo mejor surtido: comprĆ© queso ahumado (delicioso...!) frutas (fresas, uvas y demĆ”s), dulces (chocolates en gran cantidad...), carnes frĆas, bebidas...
Y como ademĆ”s era aniversario, un par de regalazos: una foto mĆa, que me habĆa pedido con insistencia, una tarjeta y las boletas de un concierto. Muy lindo, ¿no?
Pues fracasĆ³, por su miedo patolĆ³gico y estĆŗpido a los bichos mas insignificantes y por tanto a sentarse en el pasto (sĆ, olvidĆ© el mantelito a cuadros...) ademĆ”s, mi gigantesca provisiĆ³n de alimento, tuvo como respuesta "tengo hambre, quisiera algo mĆ”s... consistente".
Tanto esfuerzo de mi parte y terminamos sentados en un asadero cualquiera, tomando sopa, carne asada y papas saladas. Ha eliminado todas mis ganas de volver a hacer algo similar...
Comidas Especiales...
He hecho muchas comidas especiales, pero principalmente para celebrar fechas de importancia familiar. Cocinar es una actividad que me resulta muy agradable, especialmente despuĆ©s de adquirir la formaciĆ³n respectiva (no soy chef, pero estudie algo...)
La imagen de la izquierda muestra una bien surtida mesa de pasabocas que realicĆ© para un ya lejano evento familiar: se veĆan bonitos y estaban ricos, pero la aborrecible tendencia ligth de algunos invitados (si, varones) nos resultĆ³ molesto a quienes habĆamos trabajado horas para preparar la cena (esto eran solo pasabocas...): bandeja Paisa con todos sus juguetes.
Mucho tiempo despuĆ©s del desplante del picnic, encontramos (imagen de la izquierda) una cena de aniversario, donde desaparecĆan las incomodidades del pasto y los bichos, para un festĆn de spaguetti bolognesa con vino tinto y tooodos los juguetes. Si. Todos.
AhĆ aprendĆ algo que decĆa Isabel Allende: demasiada comida puede ser tan matapasiones como rezar el rosario antes de dormir, y es algo que he tenido en cuenta, aunque no se me ha presentado la oportunidad (cuĆ”n difĆcil es crear el ambiente para preparar y degustar una comida amorosa!) de volver a hacer algo como esto.
TambiĆ©n me he metido a hacer las cosas mĆ”s disparatadas en mi cocina. Experimentos buenos, como mis deliciosas AlbĆ³ndigas HindĆŗes (todo un contrasentido, ya que se supone que ellos no comen carne) y el "Pollo al limĆ³n" que se muestra en la imagen de la izquierda, y que hice para una cena de navidad... TambiĆ©n he tenido estrepitosos fracasos como la "Crema de habas con fondo de pescado" (algo que solo se le podĆa ocurrir al enfermo que nos dictaba cocina... quedĆ³ asqueroso y mandĆ³ al traste mi reputaciĆ³n como cocinera frente a mis compaƱeros), o una vez que tratĆ© de hacer helado casero y solo logrĆ© una masa horrenda con sabor a harina (peor que los helados baratos de la calle) o cuando por un descuido mis "islas flotantes" se convirtieron en una "replica de la atlĆ”ntida" como dijo el desagradecido destinatario de ese postre.
En ConclusiĆ³n...
Para mi comer es una actividad social, y el cocinar refuerza ese hecho social que implica el cocinar, el dedicar lo que dice Daniel (protagonista de un libro que pronto subirĆ© y resumirĆ© en este espacio) "Tan Ćntimo, tan especial, dedicar todo ese... amor" es un acto de desinterĆ©s y afecto.
La imagen de la izquierda muestra una bien surtida mesa de pasabocas que realicĆ© para un ya lejano evento familiar: se veĆan bonitos y estaban ricos, pero la aborrecible tendencia ligth de algunos invitados (si, varones) nos resultĆ³ molesto a quienes habĆamos trabajado horas para preparar la cena (esto eran solo pasabocas...): bandeja Paisa con todos sus juguetes.
Mucho tiempo despuĆ©s del desplante del picnic, encontramos (imagen de la izquierda) una cena de aniversario, donde desaparecĆan las incomodidades del pasto y los bichos, para un festĆn de spaguetti bolognesa con vino tinto y tooodos los juguetes. Si. Todos.
AhĆ aprendĆ algo que decĆa Isabel Allende: demasiada comida puede ser tan matapasiones como rezar el rosario antes de dormir, y es algo que he tenido en cuenta, aunque no se me ha presentado la oportunidad (cuĆ”n difĆcil es crear el ambiente para preparar y degustar una comida amorosa!) de volver a hacer algo como esto.
TambiĆ©n me he metido a hacer las cosas mĆ”s disparatadas en mi cocina. Experimentos buenos, como mis deliciosas AlbĆ³ndigas HindĆŗes (todo un contrasentido, ya que se supone que ellos no comen carne) y el "Pollo al limĆ³n" que se muestra en la imagen de la izquierda, y que hice para una cena de navidad... TambiĆ©n he tenido estrepitosos fracasos como la "Crema de habas con fondo de pescado" (algo que solo se le podĆa ocurrir al enfermo que nos dictaba cocina... quedĆ³ asqueroso y mandĆ³ al traste mi reputaciĆ³n como cocinera frente a mis compaƱeros), o una vez que tratĆ© de hacer helado casero y solo logrĆ© una masa horrenda con sabor a harina (peor que los helados baratos de la calle) o cuando por un descuido mis "islas flotantes" se convirtieron en una "replica de la atlĆ”ntida" como dijo el desagradecido destinatario de ese postre.
En ConclusiĆ³n...
Para mi comer es una actividad social, y el cocinar refuerza ese hecho social que implica el cocinar, el dedicar lo que dice Daniel (protagonista de un libro que pronto subirĆ© y resumirĆ© en este espacio) "Tan Ćntimo, tan especial, dedicar todo ese... amor" es un acto de desinterĆ©s y afecto.