Hoy en la mañana pensé en ti, por el recuerdo más simple y olvidado de todos: el sonido de mis pasos en la escalera.
Hace ya mucho tiempo, durante una de esas sesiones de dulces confidencias que cimentaban un posible amor (y que solo sirven ahora para la amistad que conservamos) me confesaste que debido a que eras de los primeros en llegar al trabajo, aprendiste a conocer el sonido y el ritmo de mis pasos en la escalera que debíamos subir para llegar a la oficina, que cualquiera podía madrugar más que yo (raras veces, pues me esforzaba en conservar nuestro tiempo juntos) pero siempre sabías que era yo.
En recuerdo de eso te envié un fragmento de "El Principito" de Saint-Exhúpery, del cual, destaco a mi vez, este:
-Mi vida es monótona. Cazo gallinas, los hombres me cazan. Todas las gallinas se parecen y todos los hombres se parecen. Me aburro, pues, un poco. Pero, si me domesticas, mi vida se llenará de sol. Conoceré un ruido de pasos que será diferente de todos los otros. Los otros pasos me hacen esconder bajo la tierra. El tuyo me llamará fuera de la madriguera, como una música. Y además, ¡mira! ¿Ves, allá, los campos de trigo? Yo no como pan. Para mí el trigo es inútil. Los campos de trigo no me recuerdan nada. ¡Es bien triste! Pero tú tienes cabellos color de oro. Cuando me hayas domesticado, ¡será maravilloso! El trigo dorado será un recuerdo de ti. Y amaré el ruido del viento en el trigo...Por ello y por todo cuanto compartimos (recuerdas aún las famosas "reglas"?) esta canción simbolizaba lo que éramos en esa época:
"Simplemente Amigos" - Ana Gabriel
Todo pasa, como dice el poeta "nosotros, los de entonces, ya no somos los mismos", y sin embargo, se mantiene intacto el sentimiento de afecto, de poder contar el uno con el otro cuando sea requerido. de todo lo invaluable construido entre los dos.
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