Amante

Hoy, por primera vez desde que te tengo, me he entregado a un amante.

Yo le busqué, con toda la sed de mi deseo, acumulada en tanto tiempo, exacerbada  particularmente hoy.

Permití que me rodeara, creando asi una sinfonía compuesta a duo con mis gemidos y el rumor de sus palabras susurradas, me entregué sin condiciones a la humedad de su cuerpo interminable, devolviéndole también mi propia humedad, disfrutando sin pausas su largueza, su generosidad, su vigor que no cesaba de hacerme sentir más y más... y aun más. Lo que nunca había sentido, lo que nunca creí sentir.

Por fin logramos tener el tiempo para estar juntos, un tiempo que no tuviera medida, sin limitaciones ni estorbo, un tiempo que literalmente arranqué a mis obligaciones, tomado por la fuerza para recoger la dulzura de un instante que se hizo eterno en nuestro abrazo, mientras las gotas pesadas nos recorrían y se multiplicaban como un millar de labios, para saborearme.

Respondí a su fuerza con la danza de mi pelvis que giraba y se levantaba para tener mas contacto, para hallar el sitio preciso,para abrir entero mi ser, para recibirle a plenitud.

Y al final, colmado ya mi sexo, consumido el fuego, saciada la sed, me permití la dicha de reposar entre sus brazos interminables, en los que me sumergí como nunca pude ni podré hacerlo en ti, pues no está en tu naturaleza tal aceptación al otro, ni tampoco lo está dar abrazos profundos, eternos...asi.

Asi termina la historia con éste, mi primer amante, el que cada mañana me había acariciado de forma apresurada, regalándome hoy una parte de la sensualidad que le llena.