Se murió.
Pues compramos otra y ya.
No sé.
Y si todos están de acuerdo, es que así tratan los corazones de todos.
Si se va, no importa. Pronto conseguiremos otra.
Un capricho que solo merece un par de lágrimas y nada más.
Se murió.
Pues compramos otra y ya.
No sé.
Y si todos están de acuerdo, es que así tratan los corazones de todos.
Si se va, no importa. Pronto conseguiremos otra.
Un capricho que solo merece un par de lágrimas y nada más.
Ver "vestido de novia" cuando todos tus sueños se derrumban no da ánimo. Te recuerda no solo que nadie te elegiría a ti, sino que hasta los sueños que has tratado de construir por ti misma (y sola. No hay con quién) tampoco se hacen realidad.
Lo único bueno es que veo que aun me quedan fuerzas para desear que otros sean felices, así lo único que pueda hacer ahora sea hacerme bolita y llorar.
Cuando la vida te recuerda que no solo no mereces que te amen, sino, además, ni siquiera mereces la única cosa por la que has trabajado tantos años...
Qué queda entonces?No me he matado solo por causa de mi padre, aunque el dista mucho de ser una razón para vivir.
Y si me muero qué? No tengo hijos ni nadie que dependa de mi o a quien le haga falta extraordinariamente. Todo el mundo seguirá su vida sin mi, como si nada hubiera pasado.
Solo dejaré tras de mi un montón de basura, algunos recuerdos y dinero para mi padre.
Así, que sentido tiene seguir luchando? para seguir siendo las sobras de una relación? para seguirle haciendo la escalera a otros?
Para ser la persona que no merece afecto o respeto o consideración? solo ser la burla de un grupo de amigos un viernes en la noche? para seguir siendo la niña fea que no merece que la quieran?
No es que quiera morirme (por eso no me mato), pero en este preciso momento (en esta temporada, ya larga y cada vez más) no veo ninguna razón para vivir. Para seguir viva.
Si enfermara, no lucharía, para poder por fin descansar.
Siempre pensé que si me ganara la lotería, ayudaría a toda mi familia y después, a mis amigos.
Y tú estabas entre ellos.
o sea, te compraría una casita y ayudaría algo con tus deudas.
Por qué soy tan idiota, no lo sé.
Sigo pensando en ayudar a quien no lo haría por mi...
No sé que piensas, qué hay en tu cabeza ahora... qué hay en tu corazón...
Pero yo pienso en ti.
Pienso mucho en ti.
Y te envío luz y amor...
Una semana llorando todas las noches, cuando pienso en que no merezco ser amada, no merezco alguien que de verdad desee estar a mi lado...
Es la única explicación que encuentro para no tenerlo: no soy suficiente
Se ha roto la más hermosa fantasía.
Soy solo una princesa que ya no tiene al dragón.
Seguramente la princesa no es suficiente.
Seguramente el dragón quiere más de lo que la princesa puede darle.
Y el dragón eligió a otra.
Soy solo una princesa rota y abandonada, que llora...
Que ya nunca va a volver a volar hasta el cielo, en un dragón...
A veces uno ha vivido tanto que pierde del todo la fe en el amor...
Las dificultades (y uno está dispuesto a superarlas... pero llega un momento en que...)
Los golpes (cuando cosas externas que no deberían afectar tu relación la patean y te rompen...)
Cuando uno empieza a tener dudas del otro (porque es difícil aferrarse a una ilusión en medio de tantas carencias...)
Cuando quieres querer, pero no ves claro tu papel en la vida del otro... y tampoco ves el papel del otro en tu vida...
Cuando personas que eran parejas perfectas, cuando te aferrabas a ellas pensando "si ellos lo lograron, yo podría también", se deshacen...
El corazón se llena de dolor y vacilación... y los brazos están tan lejos...
Y en medio de esto, suena la música...
En la película Coco de Disney, el paraíso es un lugar donde viven los muertos, pero de forma condicional: Cuando les olvidan, se desvanecen en polvo. Por eso el afán de los seres humanos de no ser olvidados. De que sus hijos o nietos o familia o, en ciertos casos, la fama, permita que puedan permanecer allí, para siempre.
Pero se me ha ocurrido que, en algún momento, nos olvidarán, a menos que de verdad hagamos algo que nos ponga en los sitios de historia. Tus familiares más allá de tercer o cuarto nivel, no sabrás quién eres... Así tu foto esté en el altar, olvidarán tu nombre, los hechos de tu vida, por qué fuiste especial.
Y sin embargo, siento que incluso eso podría ser un alivio. En la misma película, los muertos se llevaban hasta el otro mundo sus pasiones, sus miedos, sus dolores y rencores... Imelda, muchos años después de muerta, no solo mantenía el rencor de su corazón hacia su esposo, sino que lo perpetuaba en su familia...
Quizá descansar un poco del dolor no sea tan malo, después de todo.
Juan Jesús Vallejo dice que para él, el Cielo es llegar, darle un abrazo a su familia muerta y después de un tiempo, seguir adelante...
Y es una idea que suena bien. Que el paraíso fuera una carrera de relevos: Un sitio donde mi mamá me espera para decirme que está orgullosa de mi y que, después de encontrarse con todas las personas que la quisieron y la recuerdan (que creo, llegará solo hasta mi pequeña sobrina), podrá seguir adelante... y yo me quedaré... mucho menos que ella, ya que ni tan siquiera hijos dejaré y quizá mi sobrina les hable de a sus hijos de su tía pero de ahí no pasaré...
Y me desvaneceré lentamente... dejando atrás tanto dolor...