...o levanté.
Para decirlo con simples palabras, me han coqueteado en forma muy directa.
No recuerdo que nunca se haya acercado a mí un hombre a obsequiarme algo para conquistarme.
Hubo personas con quién las cosas estuvieron tan sobre (y super) entendidas que la relación inició sin más... Y hubo ocasiones, las más de las veces, en que no fui correspondida, ni siquiera cuando la persona se engañó y él mismo creía que si me quería a su lado.
Y claro, también los hombres que ya sabían qué querían y estaban dispuestos a mentir, fingir y engañar para conseguirlo.
Nunca poesías o flores o dulces. Al menos no para conquistar. Soy tan directa que por lo general los hombres ya saben a qué atenerse conmigo. Y he de decir, que la mayoría de las veces fue un no. En parte porque no me atraían (cómo, si ni siquiera se esforzaban en conquistarme?) Y en parte porque no los sentía sinceros, como está pasando ahora con Jhon.
He de decir que me sentía cómoda en mi papel de chica fea, a la que no le suelen prestar indebida atención y se libra de las molestas atenciones de hombres que no le interesan.
Pero este tipo, con nombre de científico, me ha perseguido por la escalera del edificio donde trabajo (dos pisos, nada menos) y con timidez me ha entregado una cajita de dulces. Y después se fue. Escasamente pude darle las gracias.
Talvez soy tonta, una romántica ridícula y cursi por pensar que los sentimientos (es gracioso, el auto corrector puso "argumentos") que me inspiras me están volviendo deseable.
Porque tantas cosas en mi vida ahora te tienen como mi centro...