Dar y Recibir

Con el arribo de mi cumpleaños se acerca una de las preguntas que más temo en la vida:
¿qué quieres que te regale?
Es una pregunta perfectamente lógica. Nadie puede leer la mente de otra persona y adivinar no es el fuerte de mucha gente. Pero....
Tengo mi problema con recibir. O para ser más exacta, con pedir.
Ya había comentado algo de ello en un post anterior, pero no lo traté a profundidad.
Debe ser algún trauma infantil en alguna ocasión en que pedí algo y me dijeron no. -Y espero que haya pasado muchas veces, muy sonsa si me traumaticé solo por una ocasión-
Generalmente porque no había dinero -no soy de una familia pudiente- y ese hecho me ha dejado bastante marcada. Han sido infinidad las ocasiones en que he pedido algo y no lo he obtenido.
Desde permisos para salir hasta objetos concretos. Ropa. Zapatos. Dulces. Juguetes. Muchas veces pedí amor en esos manoseados términos tipo "Tú me gustas" -por lo general en forma de escritos almibarados- siempre con desastrosas consecuencias. Llegué al punto de no decirle a un hombre que me interesa sino cuando ya no había el mínimo riesgo a que no me dijera que no: o bien se lo decía en la última fiesta del año en el colegio o estaba muy % segura de que no me iba a rechazar. Uno de ellos no me rechazó, pero la primera y última vez -con él y con cualquiera- que le pedí un beso, me lo negó. Trauma eterno.
Sumemos la fobia a los compromisos sociales de mi padre, para quien recibir un regalo implica automáticamente corresponder.... Pues eso. 
Cada vez que me piden que pida algo, se suma la incomodidad de no saber qué pedir -no será muy caro? no seré muy abusiva? no lo estaré poniendo en un aprieto?- a pensar ¿y bueno qué querrá a cambio?
Me es odioso generar expectativas y dependiendo del quién, siento que al recibir algo les genero la expectativa de correspondencia. 
Y claro, no se limita al aspecto material. Nunca creo haber dado la ilusión de amor a nadie a quien no fuera a corresponder. Me rompieron el corazón demasiadas veces para seer tan malvada.
Tristemente, también dar genera en algunas personas expectativas. Cuando dar se convierte en una obligación, porque si llevo X años haciéndolo, este año debo hacerlo también, ¿no?.
Grave dilema.
Y hablando de recibir, adoro los regalos inesperados. Porque no tengo que pedir.
Y creo también porque significan que la persona que me da ese regalo pensó en mi y se tomó el tiempo de elegir lo que creía que me gustaría. Que se gasten el tiempo en mi es uno de los regalos que más valoro, quizás porque es el que menos estoy en posición de dar.
Y dependiendo del quién, no me siento comprometida. Sea porque no me lo hacen sentir así -como pasa por ejemplo con Desi- o porque gustosa me derrocho lo que sea en esa persona -Desi también... y mi pareja, mi familia...- 
Y hablando de derroches, lo raro es que al par que no sé pedir, doy mucho. A veces incluso siento que demasiado.
Aunque sea triste decirlo, es el dinero la medida de todas las cosas y al tiempo que no compro muchas cosas caras para mi, -me da un tremendo sentimiento de culpa- me gasto una cantidad respetable de dinero en las personas que quiero. Es más, ya tengo planeado en qué me gastaré el dinero si me toca la lotería, y creedme, conmigo se la ganaría prácticamente toda mi familia.
"Siempre es mejor dar que recibir" decía el boxeador 😜
Así mismo, hay ciertas acciones que ya no espero recibir. Por ejemplo bloqueé mi fecha de cumpleaños de todas las redes sociales y la verdad, es irrelevante si no me felicitan. Hay ciertas personas de quienes lo espero, pero cuando no sucede, no me hago mayor lío con eso. Una persona muy querida pasó por alto la fecha el año pasado y desde entonces asumí que no debo esperar nada de él. De hecho, puede que sea mejor así.
Incluso pedí a mis compañeras de oficina que obviaran el ritual de las bombas y el cartel de felicitación. Acá si es cierto que solo hubiera recibido abrazos flojos mientras a mi espalda critican mi trabajo y mencionan lo maldita que soy.
Rara vez voy a casa de mis amigos y no espero -en ocasiones ni deseo- que vayan a la mía. Sé que algo de eso tiene que ver con vivir con mi familia y no tener un espacio donde realmente pueda hacer lo que se me antoje. Creo que el 95% de mis amigos no conocen mi casa y me siento cómoda así. Tampoco conozco la casa del 95% de mis amigos, así que ahí hay un empate.
A pesar de mis líos con pedir, los años  me han enseñado que....
Así que muchas veces entro en el conflicto cuando no sé si pedir o no pedir, ademas de que si alguien me ofrece algo pues debe ser porque puede, no?
una amiga mía dice "Lo que no se come usted, se lo comen otros"
Jefes -un solo jefe ha insistido en regalarme algo. Y preciso tenía que ser ropa- compañeros de trabajo, conocidos, amigos del amigo que se sienten obligados porque se enteraron del día de mi nombre... momentos incómodos del recibir.
Siento un vacío en el estómago cuando me hacen la temida pregunta. Y por ende nunca sé qué responder.
Espero que sea uno de los aspectos de mi personalidad que pueda mejorar, porque es más que claro que no me está beneficiando.

*"Quedar Mamando":  Término coloquial de mi país que significa más o menos, perder una oportunidad

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