Frase Memorable

A veces uno ve pelƭculas ahƭ, sin quizƔs nada especial (a veces pasa con los libros tambiƩn) pero tienen una parte memorable.
Estas frases son de la pelĆ­cula Nanny McPhee y dichas por la impotable Selma Quikly:
Ud. TambiƩn es apasionado por naturaleza...
Puedo sentirlo...
¿QuiĆ©n habrĆ­a creĆ­do que Ć©ramos almas gemelas?
La pasión es mi vida.
En realidad, Sr. Brown, ¿quĆ© es la vida sin ella?
Una rueda gris de hƔbitos que gira ociosamente...
Tiene toda la razón.
Ve en lo mƔs profundo de mi ser.
¿QuĆ© es el tĆ© si podemos beber el nĆ©ctar de nuestras emociones?
Que la masa beba tƩ.
Nuestras almas necesitan una libación mÔs divina...
He de confesar que adorƩ los muƱecos del pastel de bodas...

Temporary Bubble

Cuando estoy contigo todo tiene ese barniz de esperanza y felicidad que me hace creer que todo irĆ” bien...
... Al fin y al cabo, hemos sobrevivido a otras tempestades....
...Tanto tiempo en nuestra historia tuve plena conciencia de ser quien mÔs amaba en esta relación, en este tiempo solo una vez he llegado a albergar en mi mente la idea de abandonarte, y sin embargo tu prescindías de mi, según tu capricho y tu acomodo.
Esta vez, algo se rompió en mi, y ya no siento ser quien mÔs ame en esta relación, con el agravante de que tampoco siento que tú me ames.
Siento que estƔs conmigo por no estar solo, por mero interƩs, porque eso era lo que las familias esperaban de nosotros...
He de decir en honor a la verdad que has sido paciente y que a mis protestas (es claro que ya te dije los que siento, creo que la quejadera hace parte de mi estilo de relación) has opuestos tus sensatas razones, mimos y frases inesperadas.
Dices que quieres estar conmigo porque asĆ­ lo deseas.
Y te creo.
Y entonces, regreso a mi burbuja, donde todo es perfecto donde todo estĆ” bien...
Y ruego porque no estalle
Es tan frƔgil!
Y la soplo para que se eleve a lo alto
Y se quede allĆ­
Flotando en la inmensidad.

Scort




Los servicios de Scort masculino fracasan porque las mujeres apreciamos la sutileza. No sĆ© por quĆ© es tan difĆ­cil de entender. DeberĆ­an conseguirse una amiga que les asesore los textos de los anuncios y las foticos... 
En la Imagen David Bowie haciendo de Gigoló.
Cojan ejemplo, carajo.

Thin Ice

Pisando hielo delgado
entre las dudas de mi corazón.
Cuando estoy contigo todo es color de rosa
Pero sueltas mi mano
Y me asaltan los mil monstruos
que me susurran porquerĆ­as el oĆ­do:
"EstĆ” contigo por la plata"
"tu eres su peor es nada"
"Apenas pueda te larga... ya lo ha hecho antes"
Y es tanto el tiempo que pasamos separados...
Es tan poco lo que realmente compartimos...
Tanto sufrir por esto...
¿QuĆ© he de hacer?
Tener cuidado
Y no tropezar
en el hielo delgado
puedo hundirme...

The Kid

Pelƭcula de Disney, que en hispanoamƩrica llamaron (acertadamente a mi parecer) "Mi encuentro conmigo", del aƱo 2000.
El Avión Rojo
La historia gira en torno a Russell Morley Duritz, (de adulto "Ross" y de niƱo "Rusty") un asesor de imagen que un dĆ­a encuentra un misterioso niƱo en su casa... ¿Cómo (Y por quĆ©!) entró ese niƱo a su vida? ¿En quĆ© la presencia de este niƱo cambiarĆ” su vida?
La pelĆ­cula inicia con un brillante avión rojo surcando el cielo azul, y nos introduce en la vida de Ross, un ejecutivo mandón (mangonea y regaƱa incluso a sus mismos clientes), un jefe exigente (seguramente les recuerde a Miranda Priestly) y sin ningĆŗn vĆ­nculo sentimental (sin novia, sin relaciones con su familia e incluso, sin mascota; Lo mĆ”s cercano a su vida son su fotógrafa Amy y su secretaria Janeth...) Y que parece ser incapaz de mostrar ninguna emoción salvo el fastidio y la furia: nunca lo vemos sonreĆ­r o llorar. Solo tiene muchĆ­simo dinero e influencia. Y un Tic.
El restaurante mƔgico
Gracias a ese pequeƱo niƱo descubre cosas de sƭ mismo y de su vida que no habrƭan sido posibles sin su ayuda y no sƩ porquƩ, me recuerda el "rosebud" de ciudadano Kane.
En medio de escenas tragicómicas como el niƱo cantando "juan, paco, pedro de la mar" o golpeando la ventana del restaurante para que le den su desayuno o Amy desmayĆ”ndose al caer en cuenta de cuĆ”l es este enredo, se va desarrollando esta pelĆ­cula apta para todas las edades.
Rosty se le declara a Amy
Deirdre, una aspirante a presentadora de noticias, es la encargada de introducirnos al personaje de Ross, con lo que podemos ver su odiosidad y despectiva manera de tratar a los demĆ”s... Y mĆ”s adelante la volvemos a ver, tambiĆ©n interviniendo en la vida del protagonista... dedicĆ”ndole algo de su tiempo.
Uno siente ganas de llorar en la escena culmen de la pelĆ­cula, cuando el protagonista entiende la raĆ­z de muchos de sus comportamientos...
El niƱo protagonista (Spencer Breslin) es adorable, el tipo de niƱo que uno valora de adulto (pero al que los niƱos -especialmente las porquerƭas que se crƭan hoy dƭa- molestarƭan y harƭan sentir mal) y cumple su papel maravillosamente.
Puede no ser una pelƭcula de alto vuelo intelectual, pero nos plantea preguntas, que si las respondemos, podrƭan, por quƩ no, hacernos retornar y quizƔs, lograr uno o dos de esos mƔgicos sueƱos de la infancia...














Maldita simplificación masculina

(eso deberƭa ir en mi Tw, pero por no ofender susceptibilidades... Y porque ya no puedo decir NADA sin dar pie a que me jodan la vida mƔs de lo que ya estƔ...)

SueƱos Rotos 9

Dolor.
Normalmente trato de ser estoica ante el dolor, casi no uso analgƩsicos y soporto lo peor de mi cuerpo (las amƭgdalas) apenas sin tomar nada mƔs que tisanas de hierbas.
Y parte de la maldición femenina es andar con dolor a cada rato y si una es valiente, lo puede soportar con un "es que no es que duela tanto, es mÔs fastidioso y ya" frase que yo repetía al menos una vez cada mes.
Y cuando estaba asĆ­, era una felicidad que fuera fin de semana, porque bastaba ir a tu casa, meterme en tu cama y desabrocharme los bluejeans... Y ponĆ­as tus manos, grandes y cĆ”lidas (tus manos siempre estaban calientes a menos que estuvieras enfermo) en mi estómago y tu calor me tranquilizaba. 
Tu sabƭas curar mis dolores, los fƭsicos y tambiƩn los mentales, los existenciales, los familiares...
Peluche de estómago evidentemente no enfermo
que se puede comprar aquĆ­
Esta maƱana tratĆ© de hacerlo yo: me recostĆ© en mi cama y puse mis manos en mi cuerpo. 
Lo Ćŗnico que conseguĆ­ fue llorar.
Y no precisamente del dolor. No el del estómago al menos, el de un órgano situado un palmo mÔs arriba en mi cuerpo y que estÔ roto, al parecer.